Feijóo rentabiliza su arranque en Cataluña con el escándalo Puigdemont: el PP cuadriplicaría escaños
Los populares creen que pueden mejorar sus resultados este 23J de manera significativa y hacerse con una decena de diputados por Cataluña
Había ambiente al caer la noche en Castelldefels y el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijoó, por fin pudo poner la primera piedra de su misión, aquel cometido para el que se lleva preparando más de un año: la pegada de carteles que inaugura la campaña de las elecciones generales del 23J. Es su bala, quién sabe si su única, y necesita un empujón en una de las comunidades clave, como es Cataluña, para poder ser el próximo inquilino de la Moncloa a final del verano.
En plena polémica con la pérdida de la inmunidad del expresidente de la Generalitat fugado, Carles Puigdemont, Feijóo no renuncia, ni en público ni en privado, a conseguir un “Gobierno en solitario” porque “vale la pena hacerlo y sobre todo porque Cataluña y España lo necesitan”. Y, según los trackings internos del PP catalán, parece que puede conseguirlo: de los 2 diputados que consiguió la última vez, ahora se acercan a la decena.
No son la única fuente que apunta en esa dirección. El CIS catalán -el Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat- también proyecta un gran crecimiento para los de Feijóo en esta comunidad autónoma, que podría cuadriplicar su representacion en el Congreso. Si en 2019 logró dos escaños, ahora podría alcanzar los ocho. El récord de escaños en Cataluña lo logró en el año 2000, con la primera mayoría absoluta que obtuvo José María Aznar. En 2011, la segunda mayoría absoluta, el PP llegó a once diputados.
El PP catalán en la era Feijóo
Que el escenario para la pegada de carteles de Feijóo haya sido en Cataluña no es baladí. Una de las primeras obsesiones de Alberto Núñez Feijóo cuando llegó a la presidencia del PP fue, precisamente, reconstruir al partido en la comunidad autónoma, prácticamente desaparecido tras el 1-O, la aplicación del 155 y la moción de censura que alejó a Mariano Rajoy del Gobierno. Sin nada que perder, como ellos mismos reconocían, querían renovar su proyecto político y darle un revulsivo.
Así, se ha dado paso a una nueva hornada de líderes políticos que forman la cuota catalana de este PP de Feijóo, y que son los rostros emergentes del partido. Empieza, precisamente, por el alcalde de Castelldefels, Manu Reyes, que también es presidente provincial del PP de Barcelona. Otros son Daniel Sirera, líder popular en el Ayuntamiento de Barcelona y hombre clave para el líder nacional, Xavi Palau, del PP de Lleida; Maria Mercè Martorell, del Ayuntamiento de Tarragona -un perfil «muy potente», a ojos de Génova-, o el número uno en la lista al Congreso por Barcelona, el hasta ahora portavoz de Ciudadanos en el Parlament que dio el paso hace unas semanas al PP, Nacho Martín Blanco, que estaba en la pegada de carteles justo a la vera del presidente nacional.
La cuestión Puigdemont
El PP sabe que tiene que trascender la disyuntiva instaurada en Cataluña de España sí o España no, pero también han localizado como uno de los grandes agentes de la trasmisión de voto del PSOE a ellos es, precisamente, la cuestión catalana. Y Feijóo no piensa desperdiciar las oportunidades, más ahora que planea en las encuestas y su crecimiento está algo más estancado.
Así, este jueves recordó que Sánchez prometió traer a Puigdemont y juzgarlo. “Y ahora resulta que Puigdemont nos descubre que lo que le prometió es indultarle: entre juzgarlo e indultarlo vuelve otra vez la mentira a las calles de Cataluña y España. No es de recibo que nos mienta tanto”, denunció.
No se quedó ahí: también lamentó que en los últimos años sea más creíble escuchar a Puigdemont o a Otegi para enterarte de las intenciones de Sánchez. “Ellos no nos mienten. Dicen lo que va a pasar, y pasa”. Y en esa línea pretende continuar en estos quince días el PP, todos a una, todos por Feijóo.