Fedea apuesta por reducir los contratos a tres para combatir la temporalidad
La aprobación de un contrato fijo único necesitaría la aprobación de la ‘mochila austríaca’. Reducir todos los tipos actuales a tres es la solución “más viable”
Contrato fijo único ligado a la llamada ‘mochila austriaca’ o reducir a tres los tipos de contrato. Esas son las dos posibles soluciones que plantea Fedea para reducir la temporalidad en el trabajo. Un objetivo que se ha marcado Yolanda Díaz para una contra reforma laboral cuya aprobación sigue pareciendo lejana.
La Fundación de Estudios de Economía Aplicada admite que reducir todos los contratos a uno sería preferible, pero entiende que «resulta difícil de implementar políticamente».
El estudio, realizado por los catedráticos José Ignacio Conde-Ruiz y Jesús Lahera Forteza, recuerda que esta opción supone la eliminación directa de la contratación temporal, que pasaría a permitirse únicamente para la interinidad o la formación.
Según Fedea, el nuevo marco contractual debería estar diseñado de tal forma que el coste agregado que soportan las empresas por despido ni aumente ni disminuya. Los autores advierten que el nuevo modelo debería aplicarse únicamente a las nuevas contrataciones para respetar los derechos adquiridos.
Además, habría de encajarse en la regulación de despido causal bajo la separación entre procedencia/improcedencia/nulidad, y tendría que complementarse con un pequeño fondo o mochila austríaca, que «generaría ganancias de eficiencia y productividad».
Ante estos condicionantes, Fedea apuesta por implantar un modelo de tres contratos (indefinido, temporal y formativo). La medida, “más viable políticamente y más conforme con el marco jurídico vigente”, permitiría, en su opinión, un mayor uso de la contratación temporal, pero restringiéndola sólo para necesidades realmente transitorias.
«Esto podría hacerse, por ejemplo, mediante la supresión de los actuales contratos por obra y servicio, manteniendo los contratos temporales por causa organizativa o productiva, esto es, los ligados a la sustitución de otros trabajadores o a la aparición de necesidades de trabajo de carácter temporal», explican los autores del informe.
Al mismo tiempo, consideran que sería necesario penalizar «fuertemente» el uso fraudulento de la contratación temporal y flexibilizar la extinción de los contratos indefinidos.
Así, entienden que habría que otorgar mayor seguridad jurídica a las causas objetivas de despido y modular sus costes para incentivar la generalización del contrato indefinido.
Estas medidas deberían ir acompañadas de otras dirigidas a aumentar la flexibilidad laboral interna de las plantillas fijas, según Fedea, que, en este sentido ve de «especial interés» la posibilidad de flexibilizar los expedientes de regulación temporal (ERTE) vigentes e introducir ERTE específicos, tal como se prevé en el componente 23 del Plan de Recuperación.