Fachin importa al Parlamento catalán el modelo de Pablo Iglesias
En el Parlamento catalán tendrán tres portavoces –Rabell, Coscubiela y Fachín– a imagen y semblanza de Unidos Podemos en el Congreso de los Diputados
Podemos ha trasladado el esquema de funcionamiento de su grupo parlamentario en el Congreso de los Diputados al Parlamento catalán. Si Unidos Podemos cuenta con tres portavoces que se reparten los papeles de protagonista –Pablo Iglesias, Xavier Domèmech y Alberto Garzón–, a partir de ahora Catalunya Sí que es pot (CSQP), el grupo parlamentario catalán, también tendrá tres espadas, tres caras visibles, que pilotarán los grandes debates: Lluís Rabell, Joan Coscubiela y Albano Dante Fachin.
Fuentes de Podem, la marca catalana de Podemos, reconocen que su «modelo» para escoger los portavoces parlamentarios es el de Unidos Podemos porque da una mayor «visibilidad» a las formaciones y corrientes internas. Estas fuentes añaden que el acuerdo alcanzado en CSQP, para repartirse el protagonismo en los grandes debates del Parlamento Catalán, es «aceptable». El grupo parlamentario no se romperá.
Coscubiela se mantiene como portavoz económico
Con estos acuerdos, el secretario general de Podem, Albano Dante Fachin, llevará el peso del debate de política general y todas las cuestione relacionadas con las llamadas «leyes de desconexión» que se traten en el Parlamento catalán. Hasta el último momento Podem pugnó para que una de sus diputadas, Ângels Martínez, catedrática de Economía, fuera la portavoz en el debate de presupuestos en detrimento de Joan Coscubiela, de ICV, pero no se han salido con la suya.
Pese a los cambios, no se modificará la actual estructura de cargos: Rabell, presidente; Coscubiela, portavoz; y Fachin, portavoz ajunto, pero este último defenderá las pociones del grupo en muchos más debates y, por lo tanto, ganará visibilidad mediática y protagonismo político.
La propuesta de acuerdo partió de Lluís Rabell, presidente del grupo, que es quién más ha perdido con el nuevo reparto de papeles. Rabell se mantiene como portavoz en la cuestión de confianza de Carles Puigdemont convocada para hoy miércoles, pero cede el puesto a Fachin en el debate de política general de la próxima semana y en las intervenciones en el pleno por las leyes de desconexión.
Rabell asegura que se ha «magnificado» el conflicto interno
En declaraciones a Economía Digital, Rabell se muestra encantado con el acuerdo que define como «un juego de equilibrios para que todos estén cómodos». Sólo lamenta que se hayan «publicitado» las discrepancias internas porque se han «magnificado». En su opinión, no existen diferencias políticas insalvables, pero sí se ha producido una lucha por la visibilidad.
Otras fuentes califican este conflicto interno de «choque de egos» entre Coscubiela y Fachin. Entre IVC y Podem han saltado chispas en esta última semana, duros reproches, que se han focalizado en Coscubiela y Fachin. De los once diputados del grupo parlamentario, cuatro son de ICV, otros cuatro de Podem, uno de EUiA y dos son independientes, Gemma Lienas y Lluís Rabell.
Desde estas formaciones se asegura han apagado el incendio, pero quedan los rescoldos. La relación entre Coscubiela y Fachin no ha mejorado. Una fuente de ICV recomienda a Fachin ceder protagonismo dentro su propio partido para que las cuestiones de Sanidad no las siga asumiendo él sino la diputada Àngels Martínez, presidenta de Dempeus per la Sanitat Pública, un activísimo grupo de usuarios del sistema sanitario catalán. Fachin quería que Martínez llevara el debate de presupuestos.
Pese a que se ha implantado un sistema de portavoces calcado del de Unidos Podemos en el Congreso de los Diputados, las fuentes consultadas insisten en que Fachin no sintoniza precisamente con Pablo Iglesias, ni tampoco con Iñigo Errejón. En cambio, tiene línea directa y una excelente relación con la alcaldesa Ada Colau.
En el pleno de la cuestión de confianza de Carles Puigdemont que empieza hoy miércoles, Lluís Rabell será quién suba al estrado en representación de CSQP. En principio, la «predisposición» de sus diputados es votar en contra, aunque Rabell precisa que primero escucharán al presidente y después decidirán.