Europa prevé aprobar el uso de la vacuna de Pfizer en adolescentes a finales de mayo
La Agencia Europea del Medicamento fija la fecha para su veredicto, después de que Estados Unidos haya autorizado la vacuna en mayores de 12 años
La Agencia Europea del Medicamento (EMA) se encuentra inmersa desde el pasado 30 de abril en un proceso de revisión de los datos recabados por Pfizer en sus ensayos clínicos sobre el uso de la vacuna entre adolescentes. Si el veredicto es positivo, el organismo regulador prevé dar luz verde en las próximas tres semanas para que los menores, de entre 12 y 15 años de edad, se sumen a las campañas de vacunación en el viejo continente.
La directora de la entidad, Emer Cooke, ha explicado que tenían previsto ofrecer sus resultados ya entrado el mes de junio pero que han solicitado a la farmacéutica estadounidense que aporte toda la documentación que tenga sobre las pruebas con voluntarios para intentar resolver cuanto antes el proceso, a finales de mayo. «Nos han prometido datos de los ensayos clínicos en las próximas dos semanas y vamos a acelerar la revisión», ha afirmado en una entrevista conjunta ofrecida a cuatro medios europeos, entre ellos El Mundo.
La vacunación de los adolescentes ha estado desde el inicio de la pandemia en el foco de la lupa de los investigadores. La ausencia de voluntarios de esas franjas demográficas en los ensayos masivos que las farmacéuticas llevaron a cabo en 2020 les ha dejado fuera de los actuales planes de vacunación. Por eso, hasta la fecha solo estaba contemplado que los 27 estados miembros del bloque inocularan sus dosis sobre la población mayor de 16 años. Sin embargo, las farmacéuticas han abierto nuevas vías de investigación para subsanar este problema.
La voluntad de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) para autorizar el uso de la vacuna de Pfizer en los adolescentes confirma las preferencias de Bruselas con la compañía estadounidense. La Comisión Europea ya firmó esta semana un nuevo contrato para el envío de 1.800 millones de dosis adicionales en los próximos tres años. El objetivo era precisamente contar con suministros para la protección de los menores de 16 años, así como para una posible vacunación de refuerzo.
En todo caso, se trata de un plan a medio plazo. Por el momento la mayor parte de los países europeos se encuentra enfrascado a la inmunización de colectivos más mayores. En España, por ejemplo, esta semana se han iniciado las inyecciones sobre el grupo de 50 a 59 años de edad que representa a más de 7 millones de ciudadanos. Por lo que la entrada de los adolescentes en la cadena de prioridad se antoja todavía lejana.
Europa sigue el camino marcado por Estados Unidos
La Agencia Europea del Medicamento (EMA) ha acelerado su revisión para no volver a quedarse por detrás de los planes de las grandes potencias mundiales. Estados Unidos ya acordó este martes la autorización para el uso de emergencia de la vacuna de Pfizer en las personas mayores de 12 años.
La Administración de Fármacos y Alimentos (FDA) del país norteamericano dio por buenos los ensayos de la farmacéutica con varias semanas de ventaja sobre Europa. Un fenómeno habitual que ya ha ocurrido con la aprobación del resto de vacunas del mercado ya que las revisiones del regulador europeo suelen demorarse más en el tiempo.
La comisionada en funciones de la FDA, la doctora Janet Woodcock, explicó que el veredicto representa u importante avance en la lucha contra el coronavirus para proteger también a la población más joven y acercar al país hacia el final de la crisis sanitaria. «Padres y tutores pueden estar seguros de que la agencia llevó a cabo una revisión rigurosa y exhaustiva de todos los datos disponibles», apuntó.
El próximo reto: los niños de 6 a 11 años
El siguiente paso en la carrera científica de la vacuna pasa por garantizar que la vacuna también sea efectiva y segura para los niños de entre 6 y 11 años de edad. Pfizer ya ha iniciado los ensayos clínicos sobre este sector demográfico con el objetivo de ampliar el alcance de su fármaco en el futuro.
Aunque se trata de un grupo de la población que tiene muy pocas posibilidades de sufrir un caso grave de coronavirus, su vacunación sigue siendo un punto clave para controlar el avance de la enfermedad. En Estados Unidos, un 20% de la población son niños.