Europa abre el debate de la vacunación obligatoria para frenar la variante Delta
Francia, Grecia o Letonia presionan a la población para vacunarse. Incluso algunos países amenazan a los trabajadores con perder su trabajo
La vacuna contra el coronavirus se está convirtiendo un requisito para todo. Además de para viajar al extranjero, como puede ser lógico, estar inmunizado contra la covid puede abrir muchas puertas. O cerrarlas si te niegas.
Sin ir más lejos, en Italia y Reino Unido es obligatoria para todos los sanitarios; en Rusia deben estar inmunizados parte de los empleados del sector servicios y en San Francisco (EE.UU) se exigirá a todos los funcionarios, según datos Statista.
Esta semana Francia ha ido más allá. El país ha decidido imponer esta inyección a la sociedad como medida (todavía pendiente de aprobarse) para frenar la variante Delta, lo que ha provocado que miles de personas se congregaran este sábado en París -sin mascarilla ni distancia social- contra lo que consideran una «dictadura sanitaria».
El pasaporte covid (que incluye también la posibilidad de entregar un test negativo) será necesario para acceder a un gran número de actividades sociales -como en teatros, cines, festivales o eventos deportivos- y todo el personal sanitario francés tendrá que haber recibido el pinchazo. Además, las pruebas diagnósticas dejarán de ser gratuitas a partir de otoño.
Esta es la forma que ha tenido el Gobierno de Emmanuel Macron de incentivar la vacunación y, aunque ha originado muchas protestas, realmente ha surtido efecto: el número de solicitudes para vacunarse ha aumentado y este viernes se batió récord de dosis inoculadas en 24 horas, casi 800.000.
Grecia y Letonia amenazan a los trabajadores con la pérdida de empleos
Otros países como Grecia y Letonia han hecho lo mismo, según ha informado Financial Times. Incluso han amenazado a los trabajadores con perder su empleo si no siguen esta línea.
El Ejecutivo griego ha dado tiempo a los trabajadores de las residencias hasta el 16 de agosto para vacunarse y a los sanitarios hasta el 1 de septiembre. Además, también será obligatoria para entrar en el interior de los bares, aunque también se permitirá mostrar un test negativo.
Esta es la tónica general que se está produciendo en los países europeos. Las actividades sociales van acompañadas del certificado covid y cada vez se endurecen más los requisitos.
De esta forma, los países europeos ponen encima de la mesa el debate de la vacunación obligatoria en un momento en el que la inyección es la única solución para frenar una pandemia que ha vuelto a coger fuerza a nivel mundial por las nuevas variantes.
Opiniones divididas entre los expertos
Pero la idea de las vacunas obligatorias sigue siendo controvertida. Algunos expertos médicos son críticos, mientras que los manifestantes franceses se enfrentaron con la policía esta semana en respuesta a las medidas de Macron.
“Es el comienzo de una pendiente resbaladiza”, ha asegurado Allyson Pollock, profesora clínica de salud pública en la Universidad de Newcastle, en declaraciones a Bloomberg.
“Anula 120 años de legislación y política de vacunación
Allyson Pollock
“Anula 120 años de legislación y política de vacunación que se han construido sobre la base de la confianza, la confidencialidad médica y el consentimiento informado”, ha agregado
Sin embargo, la idea de vacunación obligatoria en Europa no es nueva. «El 40% de los países tienen alguna forma de vacunación forzada , incluso contra la hepatitis B, el sarampión y la meningitis en los niños», ha recordado Anna Odone, profesora de salud pública en la Universidad de Pavía, al FT.
«Las vacunas obligatorias deben usarse en caso de emergencia y estamos viviendo en tiempos de emergencia”
Anna Odone
Esta experta justifica esta imposición. «Las vacunas obligatorias deben usarse en caso de emergencia y estamos viviendo en tiempos de emergencia”, ha aseverado.
Y es que existe un vínculo claro entre las hospitalizaciones y los no vacunados. Ninguno de los enfermos con coronavirus que permanecen en las UCI de los 30 hospitales franceses más grandes había recibido la vacuna, según datos de esta semana del Ejecutivo francés.
En el caso de Grecia los no inmunizados en las unidades de cuidados intensivos son del 99% y, en Cataluña, rondan el 76%.