Por cada positivo de coronavirus hay hasta diez casos no detectados
Un nuevo estudio en base a datos de China encuentra nuevas cifras para entender cómo se propaga el coronavirus
Hay nuevos datos que hablan de la propagación del coronavirus y que dejan entrever cuánto tardará en frenarse esta enfermedad. Científicos concluyeron que, por cada caso confirmado, lo más probable es que haya entre cinco y 10 personas como infectadas y no detectadas.
Los mismos investigadores informaron de que estos casos son más leves en promedio. Serían la mitad de infecciosos que los confirmados, pero al mismo tiempo responsables de casi ocho de cada diez de los casos nuevos infectados.
Jeffrey Shaman, epidemiólogo de la Universidad de Columbia y autor principal de este nuevo informe, publicado por la revista Science, explicó a The New York Times que «si tenemos 3.500 casos confirmados en Estados Unidos, es posible que esté viendo 35.000 en realidad».
Shaman matizó que contraer la enfermedad de alguien con síntomas leves «no significa que la suya sea leve». Todavía se «podría terminar en la UCI», remató.
Los investigadores coinciden en que lo importante para atajar la propagación cuanto antes es «implementar pruebas a gran escala»
Este informe [consultar aquí] es uno de los primeros en abordar algunas de las preguntas más urgentes sobre la pandemia, como cuántas personas están con infecciones no reconocidas y qué carga viral llevan encima.
Por tanto, lo importante para atajar la propagación cuanto antes es «implementar pruebas a gran escala». Es lo que cree la doctora Elizabeth Halloran, profesora de bioestadística de la Universidad de Washington e investigadora principal del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson.
Halloran también cree que otro aspecto fundamental es poder «desarrollar pruebas de bajo coste para que las personas puedan hacerse la prueba cuando lo necesiten».
Las medidas de confinamiento son efectivas
Este nuevo análisis, que se basó en infecciones documentadas en China y datos de movilidad, descubrió que las medidas de confinamiento en el país del que empezó a propagarse el coronavirus fueron efectivas.
El gobierno chino cerró el centro del brote el 23 de enero y, tras comenzar las pruebas generalizadas, la situación cambió drásticamente: identificaron alrededor del 60% de los casos positivos, frente al 14% que detectaba antes de poner en prácticas las medidas de contención.