Estos son los desafíos que debe enfrentar España para alcanzar la inmunidad de rebaño en verano
La incertidumbre, los retrasos de las farmacéuticas y la saturación del sistema sanitario están entre los principales obstáculos
Hace más de mes y medio comenzó la vacunación en España y, a pesar del «esfuerzo considerable», la campaña se está enfrentando a varios obstáculos y «se tardará varios meses en notarse en la incidencia». Así lo ha asegurado Daniel López-Acuna, profesor asociado de la Escuela Andaluza de Salud Pública y antiguo director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en un panel de expertos organizado por Teva Pharmaceuticals.
El experto ha repasado la situación de la vacunación en España y todos los cambios que deberían darse para que el país pueda alcanzar la deseada inmunidad de rebaño a finales de verano.
El retraso de las farmacéuticas ha desbaratado la logística
«El programa de vacunación se enfrenta a elementos que no son solo organizativos, sino también de la incertidumbre derivada de los cambios en el tiempo esperado de llegada de las vacunas», explica López- Acuna.
El experto se refiere a lo ocurrido con Pfizer y Astrazeneca. Las compañías anunciaron retrasos en la entrega de las dosis que los países esperaban debido a modificaciones y problemas en la producción. El antiguo director de la OMS se muestra algo escéptico con las explicaciones. «Las causas pueden ser varias, incluyendo las que alegan las compañías», reflexiona.
«Pero también es posible que estén relacionadas con un súbito aumento de la demanda por parte de países que han iniciado campañas de vacunación acelerada», advierte. López-Acuna señala que la Unión Europea ha reforzado su postura, exigiendo el cumplimiento de los contratos y mayor transparencia.
De hecho, la Unión Europea ha establecido controles a las exportaciones de las vacunas producidas en el terreno comunitario para evitar que se destinen a otros países.
«La protección y la seguridad de nuestros ciudadanos es una prioridad y los desafíos que estamos afrontando ahora mismo no nos dejan otra opción que actuar», explicaba hace unos días el vicepresidente económico de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis. «No podemos perder tiempo porque las vacunas no se entregan a tiempo», sentenció.
Los retrasos obligaron a paralizar la administración de las vacunas y, en algunas comunidades, causaron un auténtico desbarajuste en la logística.
«No podemos perder tiempo porque las vacunas no se entregan a tiempo»
María Antonia Font, directora general de Salud Pública y Participación de las Islas Baleares, ha relatado cómo se ha vivido la situación en las islas. «Ante un escenario de vacunas tan limitadas y ante una necesidad de mantener un principio ético, que es la equidad, todo se complica cuando cada punto de distribución está separada por el mar», reflexiona.
«Ya veíamos la dificultad de la distribución y logística por la vacuna de la gripe», explica Font. Sin embargo, los cambios en la llegada de estas dosis ha provocado que la distribución de las vacunas del COVID-19 sea todavía más compleja, según su experiencia.
«Tenemos toda la logística asistencial preparada para distribuir un número concreto de vacunas en una semana concreta y, de repente, hay que cambiarlo todo porque no hemos recibido dosis previstas», lamenta Font.
La experta señala que última ola ha sido la peor para las Islas Baleares y asegura que es «urgente culminar el acceso a la vacunación a toda la población».
Los expertos coinciden en que el objetivo sigue siendo alcanzar la inmunidad de rebaño a finales de verano
«España tiene que seguir bajando la transmisión a situarla en 25 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días y aumentar la vacunación a 300.000 dosis diarias a fin de poder alcanzar la velocidad de crucero que se necesita para vacunar al 70% de la población que se necesita al final del verano», resume Daniel López-Acuna.
Actualmente, según los últimos datos disponibles de Sanidad, España ha vacunado a 2,6 millones de personas y ha recibido 2,9 millones de vacunas. Un millón de personas han recibido ya el ciclo de dos dosis que se necesita para la inmunización completa.
España ha vacunado a 2,6 millones de personas y ha recibido 2,9 millones de vacunas
«Hemos avanzado, pero no al ritmo necesario. Hay que acelerar, pero esto depende de la capacidad de administrar las vacunas adecuadamente y del suministro que recibamos», reflexiona el experto.
«En 8 semanas hemos accedido a 3 millones de dosis, cuando habrían sido necesarias 15. Estamos recibiendo medio millón de dosis por semana y necesitaríamos recibir 2 millones», advierte. Todas las esperanzadas están puestas en que las farmacéuticas arreglen sus problemas de producción y en la aprobación de nuevas vacunas de Johnson & Johnson, Novavax y Curevac.
«La meta es llegar al 70% al final del verano para impedir o debilitar la transmisión del virus», asegura Pello Latasa, director general de Salud Pública de la Comunidad de La Rioja.
«El fruto del esfuerzo de la vacunación se verá pasado varios meses. Ya hay varios signos de reducción de brotes en residencias geriátricas cuya población ha sido inmunizada», subraya López-Acuna.
Estos son los obstáculos del futuro
Además de la «capacidad organizativa y logística del sistema de salud para transportar, almacenar y administrar las vacunas de la manera requerida», López-Acuna advierte de los obstáculos a los que se enfrenta la campaña de vacunación más allá de las farmacéuticas.
«La posibilidad de identificar y llegar a las poblaciones dianas se vuelve más compleja porque hay que individualizar y ya no están ubicados en hospitales y residencias», explica el experto. El antiguo director de la OMS aboga por llevar un registro estricto de las personas que han sido vacunadas para facilitar la labor.
«La campaña de vacunación nacional «requiere unos niveles de coordinación a los que no estamos acostumbrados
Además, señala, todo está ocurriendo «en un escenario de una alta presión asistencial, especialmente marcado por la saturación de la atención primaria», lo que dificulta todavía más la administración de vacunas. La campaña de vacunación nacional «requiere unos niveles de coordinación a los que no estamos acostumbrados», reconoce Pello Latasa.
Hay que hacer «malabares», incide. «Mantener una tasa de vacunación elevada, la atención en cuidados críticos, continuar con la pedagogía relacionada con el COVID-19 y mantener la asistencia a patologías no relacionadas con el coronavirus», describe.
Latasa también advierte de la incertidumbre sobre las tres próximas vacunas que podrían ser aprobadas. «No sé sabe para quién serán aprobadas, no se sabe cuál es su ficha técnica…», reflexiona.
Cuando la vacuna de AstraZeneca no fue recomendada para mayores de 65 años, obligó a los países que aceptaron la recomendación a modificar sus planes de inmunización, ya que contaban con más dosis para un grupo que es prioritario. El experto señala que esto podría darse con las siguientes. «Con lo que piensas que puedes contar un día, luego no puedes contar. Y viceversa», anticipa.
Noticia original: Business Insider
Autora: Ana Zarzalejos