Estas son las razones del retraso en el suministro de la vacuna de Pfizer
El gigante farmacéutico Pfizer está renovando una planta de fabricación clave para su vacuna contra el coronavirus en Puurs (Bélgica)
España, el resto de Europa y Canadá, recibirán menos dosis de las previstas de la vacuna contra el coronavirus de Pfizer durante las próximas semanas.
El imprevisto es consecuencia de la renovación de una de las plantas de fabricación más importantes de Pfizer, con el objetivo de aumentar la producción.
La interrupción se producirá a finales de enero y principios de febrero, confirma a Business Insider un portavoz de Pfizer. Y no impactará al reparto en Estados Unidos, que depende de una instalación en Kalamazoo, Michigan, EEUU.
El gigante farmacéutico mundial todavía tiene como objetivo producir 2.000 millones de dosis en 2021.
A principios de este mes, Pfizer aumentó su proyección de suministro para 2021 de 1.300 millones a 2.000 millones de dosis. La vacuna de la compañía, desarrollada junto con la biotecnología alemana BioNTech, fue aprobada para su uso de emergencia en EEUU y Europa en diciembre de 2020.
«Para hacer esto, Pfizer está ampliando las operaciones de fabricación para aumentar la disponibilidad de dosis y la producción», dice el portavoz de la compañía en un comunicado.
Los cambios en el proceso de producción en las instalaciones de Pfizer en Puurs, Bélgica, necesitarán firmas reguladoras, lo que en última instancia retrasará los envíos durante el próximo mes.
Sin embargo, el portavoz asegura que los cambios «proporcionarán un aumento significativo de las dosis disponibles para los pacientes a finales de febrero y marzo».
Dicha planta, ubicada en Puurs, produce vacunas para todos los países, excepto en EEUU, según Bloomberg.
La fabricación masiva es un desafío crucial que afronta la campaña mundial
Si bien se ha prestado mucha atención al lento y caótico comienzo de la campaña de vacunación en varios países del mundo, la producción en masa es otro desafío sin precedentes al que se enfrenta el mundo en la carrera por inmunizar a miles de millones de personas.
Los problemas de fabricación han ido surgido para las empresas farmacéuticas que producen tanto las vacunas COVID-19 como la terapéutica.
Los inconvenientes con algunas materias primas llevaron a Pfizer a reducir a la mitad sus planes de producción de vacunas para 2020, en noviembre, de acuerdo con los informes de The Wall Street Journal.
AstraZeneca, Novavax y Eli Lilly se han enfrentado también a obstáculos en la fabricación de la vacuna COVID-19 y sus programas terapéuticos.
Algunas de las pruebas clínicas de AstraZeneca y de la Universidad de Oxford para su vacuna, se vieron afectadas por las dificultades de fabricación, lo que resultó en una dosis de media potencia que fue probada en algunos voluntarios.
El estudio de Novavax en la etapa final en EEUU, se retrasó alrededor de un mes, porque se encontró con problemas de fabricación en su vacuna basada en una proteína de diseño.
Y una instalación clave de Lilly, que produce su medicamento de anticuerpos, ha sido señalada por los reguladores de EEUU por problemas de control de calidad.
Moderna, la otra compañía farmacéutica con una vacuna COVID-19 autorizada en EEUU y Europa, tiene como objetivo producir de 600 millones a 1.000 millones de dosis en 2021.
Tanto la vacuna de Pfizer como la de Moderna son vacunas de ARN mensajero, una nueva tecnología que nunca antes había producido un medicamento autorizado.
«Creo que el mayor riesgo es que se trata de una nueva tecnología comercial«, señala Ian Leavesley, experto en procesos de fabricación farmacéutica, a Business Insider en un correo electrónico.
«Cualquier nueva tecnología, en cualquier campo, tiene un riesgo finito de que surjan riesgos imprevisibles. Creo que la experiencia es la herramienta más valiosa para abordar rápidamente este riesgo».
Noticia original: Business Insider
Autor: Andrew Dunn