Estafa multimedia: hasta 100 millones de euros por endosar juegos en el móvil
Movistar ha sido la primera en expulsar a las empresas que cobran por supuestos contenidos premium debido a la estampida de clientes molestos
El truco es sencillo. Cuando un usuario navega por internet a través del móvil, aparece un banner indeseado, molesto. Tal vez, al quererlo eliminar, el usuario puede presionar sobre él. Es el inicio de un proceso tortuoso. Como por arte de magia, la acción involuntaria se convierte en una facturación adicional por «servicios premium» que se traduce en hasta 24 euros mensuales.
La cantidad de usuarios móviles de España convierte a la sencilla estafa en un negocio millonario. Las empresas dedicadas, entre otras cosas, a este tipo de prácticas, han alcanzado facturaciones de hasta 100 millones de euros en sus mejores años.
El timo de los juegos o las canciones en el móvil que ningún usuario ha solicitado, al igual que los SMS u otras variantes, alcanzó su mejor momento en 2009. Las empresas líderes del sector llegaron a facturar hasta 100 millones de euros.
Zed, con un complejo conglomerado de empresas, ha sido la pionera del sector. Le ha seguido la italiana Buongiorno, que en 2009 alcanzó los 79 millones en facturación, según las cuentas depositadas en el Registro Mercantil. La cifra de negocio de la compañía, que copó denuncias en asociaciones de consumidores y agencias de consumo por el polémico servicio Myalert, ha bajado hasta los 33 millones. El negocio merma, mientras las quejas de los usuarios se multiplican.
Movistar reconoce que se trata de una estafa
El negocio del timo telefónico genera ganancias millonarias a las operadoras que consienten la práctica. Fuentes de Telefónica aseguraron a este diario que las comisiones que cobraba la compañía por este tipo de servicios se acercaron en 2011 también a los 100 millones. Pero la multinacional hizo cuentas y se percató de que la huida de clientes molestos con la práctica multiplicaba por cinco la facturación por la vía del negocio dudoso, según las mismas fuentes. Oficialmente, la compañía reconoce que el sistema ocasionó enormes inconvenientes con los clientes.
«Nos dimos cuenta que no compensaba y desde diciembre de 2011 bloqueamos estos servicios fraudulentos que se activaban muchas veces sin consentimiento del usuario. Ahora el suscriptor debe enviar una copia de su DNI para autorizar el alta», explican los portavoces de Movistar.
Con esta medida, atribuida a Rodrigo Pineda, director de nuevos negocios entre 2010 y 2012, la compañía ha reducido en 99% los usuarios suscritos a este tipo de servicios.
Devoluciones
Pero el resto de operadoras se limitan a explicar que el negocio no es ilegal y que los usuarios pueden desactivarlos a través de los canales de atención al cliente de la empresa. Vodafone no contesta si prevé eliminar los polémicos servicios, tal como lo ha hecho Movistar. El fructífero negocio está gestionado por la ejecutiva Blanca Echániz.
La operadora, que asegura que no es responsable del servicio, acepta devolver a sus clientes el dinero cobrado en caso de quejas o denuncias por parte de los suscriptores. «Después de un año y denunciado en la oficina del consumidor, me dieron la razón y Vodafone me hizo una transferencia por los 120 euros que me robaron el año pasado», explica Maite Forte, afectada por la empresa Buongiorno.
El negocio del timo multimedia va en descenso y las empresas que han crecido bajo con la complicidad de las operadoras buscan nuevos destinos más rentables. Las filiales comienzan a crecer en Latinoamérica.