Esta es la relación riesgo-beneficio de la vacuna de AstraZeneca por grupo de edad
Un estudio analiza el balance entre los potenciales riesgos y beneficios de recibir la vacuna más polémica contra la Covid-19
La vacuna de AstraZeneca está dando quebraderos de cabeza a las autoridades europeas y españolas, con giros de guion como el retraso en las entregas de las dosis —incluso Pedro Sánchez los ha responsabilizado en público de estos— y la aparición de casos de trombosis en algunos pacientes que han recibido el pinchazo.
Sin embargo, distintas voces expertas han afirmado que esta vacuna es «segura y muy eficaz» en la lucha contra el coronavirus y han recordado una y otra vez que los beneficios de recibirla superan a los riesgos.
Lo ha hecho la Agencia Europea del Medicamento a mediados de marzo y lo ha reiterado este miércoles la doctora Jane Raine, directora de la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios (MHRA) del Reino Unido.
Además, ahora un estudio del Winton Centre británico, de la Universidad de Cambridge, lo confirma y pone cifras concretas a cada franja de edad.
«Todos los tratamientos médicos tienen daños potenciales y beneficios potenciales, y es importante poder compararlos entre sí. Con las vacunas, los beneficios son particularmente complejos, ya que pueden implicar beneficios para los demás y para nosotros mismos, y los daños pueden sentirse particularmente agudos porque nos vacunamos cuando estamos sanos, como medida preventiva», empiezan aclarando los autores.
En sus gráficos sobre los beneficios y riesgos de AstraZeneca contra el COVID-19, el estudio muestra que la balanza se decanta claramente hacia los aspectos positivos de la vacuna.
Mayor riesgo en los jóvenes
El único supuesto en el que los riesgos son ligeramente superiores a los beneficios es la franja de edad de 20 a 29 años en un entorno de baja incidencia de coronavirus, con un balance de 0,8 frente a 1,1.
Sin embargo, en el resto de franjas de edades los beneficios potenciales superan ampliamente a los posibles daños, con una mayor diferencia según avanza la edad. Además, estas diferencias a favor de los beneficios potenciales se amplían en los escenarios de incidencia media, y aún más cuando hay un riesgo alto de exposición al COVID-19.
Los autores de la investigación resaltan dos aspectos que refuerzan la ‘victoria’ de los potenciales beneficios sobre los riesgos potenciales.
Por un lado, aclaran que los beneficios mostrados en las gráficas son aproximados, considerados a un nivel constante de exposición al coronavirus durante 16 semanas: mientras el riesgo de la vacunación solo ocurre en el momento de ser administrada, el beneficio se acumula mientras dura la protección de la vacuna, por lo que este aumentará con el tiempo.
Por otro lado, explican que no están «ilustrando el beneficio de no transmitir el virus a otros», por lo que los beneficios son, en realidad, aún mayores, ya que ayudan al paciente que recibe la dosis y a las personas con las que entra en contacto.
Como beneficios potenciales, el estudio se basa en las tasas de incidencia y la proporción de hospitalizaciones en la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos), mientras que para los daños o riesgos potenciales se han tomado en cuenta el número de casos de reacciones de coágulos de sangre proporcionados por el MHRA hasta el 31 de marzo.
Noticia original: Business Insider
Autor: Carlos Galán Feced