España y Alemania se alían para presionar por la interconexión energética en la UE
Sánchez ha hecho un guiño a Argelia, proveedor estratégico de gas de nuestro país, tras una crisis diplomática que ya dura todo el verano. "Me encantaría ir", ha argüido
La crisis energética ha dejado al Gobierno de España en una coyuntura ideal para presionar por uno de los proyectos que llevaban años en el cajón sin ningún avance: la interconexión eléctricas y gasísticas con otros países de la Unión Europea mejor conectados. El proyecto más avanzado, el gasoducto Midcat, que uniría a nuestro país con Francia, no convence por el momento a Emmanuel Macron.
Así, en una visita a Alemania para participar en el Consejo de Ministros extraordinario germano, el presidente Pedro Sánchez se ha aliado con el canciller Olaf Scholz para abrir la vía con Italia. Sea como sea, pero tiene que haber interconexión.
En una rueda de prensa conjunta de Sánchez y Scholz, el presidente ha recordado que la ambición de interconectar energéticamente Europa viene de tiempo atrás. También ha aprovechado para dar un tirón de orejas a sus socios europeos, dado que los objetivos en esta materia adquiridos ante la Unión Europea están «por debajo del 3%», en cifras de Sánchez.
Es por ello que, si el gasoducto con Francia sigue estancado, el Gobierno optará por el de Italia. Y esto cuenta, además, con el visto bueno comunitario y con el plácet de Alemania, uno de los grandes interesados dada su dependencia energética de Rusia.
«España está dispuesta a ser solidaria»
«Los objetivos no se han cumplido, las interconexiones de la Península Ibérica en el mercado energético están por debajo del 3%», ha afirmado Pedro Sánchez, quien «agradece» la «visión y postura compartida de Alemania, pero si esas interconexiones no se desarrollan al ritmo adecuado, la estrategia de Repower European Union que aprobó la Comisión antes de verano también traza otra posibilidad, la de [unir energéticamente] España con Italia«.
Tal y como ha indicado el presidente del Gobierno, «España está dispuesta a aportar sus capacidades para ayudar a los países que están sufriendo el chantaje energético». No es algo menor, dado que España concentra el 30% de las capacidades de regasificación de toda Europa, además de ser una potencia en hidrógeno verde.
Sin embargo, las malas conexiones con el resto del continente generan un «cuello de botella» y esa potencia generadora y transportadora no se puede aprovechar «de manera total y completa».
«Eso es lo que hay que resolver. Sea por Francia o Italia, pero España está dispuesta a ser solidaria», ha zanjado Pedro Sánchez, que también ha aprovechado para hacer un guiño a Argelia, proveedor estratégico de gas de nuestro país, tras una crisis diplomática que ya dura todo el verano. «Me encantaría ir», ha argüido el líder socialista.
Alemania, a disposición de España
Por su parte, el canciller alemán, Olaf Scholz, se ha mostrado complacido con estas declaraciones, sobre todo vista la situación de debilidad de su país por su dependencia del gas ruso, a pesar de que ya hayan comenzado a acumular suministros de cara al invierno. «Estoy de acuerdo con obtener una conexión así, sobre todo para mejorar la red de gaseoductos en Europa pero para aprovechar el hidrógeno verde en Europa«, ha aseverado Scholz.
«Necesitamos poder aprovechar las posibilidades que existen en Europa, España y Portugal son capaces de producir un excedente [en energía]», ha asegurado. De este modo, se ha puesto a disposición para presionar a Macron o acelerar el proyecto con Italia. «Queremos hacer lo posible para lograrlo».
De todos modos, el «apoyo total» de su Ejecutivo a una interconexión gasística desde la Península Ibérica es una solución «a largo plazo» a un suministro europeo. La «seguridad de los suministros es parte de la seguridad nacional, alemana y europea», en palabras de Scholz.
La crisis energética es la cuestión central de la reunión del Ejecutivo de Scholz y también de la visita de Sánchez, que se produce además después de que ayer lunes la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen anunciara una «intervención de emergencia» y una reforma estructural de ese mercado ante su desorbitado encarecimiento.