España reincide y compra a China material sin homologar
El Gobierno exime a China de cualquier responsabilidad ante posibles denuncias por el material, y lo justificaría por la situación de excepción
España reincide y vuelve a traer de China material sanitario sin homologar que el Ministerio de Sanidad ya había comprado y pagado por adelantado al país asiático frente a la crisis del coronavirus. La aduana prohibió el pasado jueves que saliera ese material de sus fronteras, puesto que carecía de la documentación en regla. Ese mismo día aterrizaron en Madrid dos aviones con parte del cargamento: uno con solo 800 kilos y otro con cinco toneladas.
El resto del material se tuvo que quedar en tierra, lo que ha provocado conversaciones entre ambos gobiernos hasta que han llegado a un pacto: España se lleva el material comprado, pero antes se compromete por escrito a exculpar a China de cualquier responsabilidad de los productos sanitarios adquiridos. El material no cuenta con los estándares del país al no estar homologados, y el Ministerio asume posibles responsabilidades.
El Gobierno ha evitado dar una explicación sobre la compra de material sin homologar, y solo ha respondido que cada día «llegan aviones procedentes de China con partidas del material sanitario adquirido en este país». En su respuesta a la información publicada por ABC, adjuntaron además nota de prensa donde aseguraban que las «comunidades habían recibido más de 15 millones de mascarillas entre el lunes y el martes».
«Medidas excepcionales»
Fuentes empresariales han explicado al mencionado medio que no solo estaría pagado el material bloqueado, sino que «hasta los intermediarios, los comisionistas, habían cobrado». Las cargas inmovilizadas correspondían a equipos de protección individual (EPI) como mascarillas, gafas, buzos o guantes. El material sanitario no tenía documentación en regla y también presentaban problemas en el empaquetamiento.
El Gobierno habría justificado la decisión «con la finalidad de poder abastecer a los centros sanitarios de los productos sanitarios necesarios para la gestión de la crisis sanitaria ocasionada por el Covid-19, se hace necesario adoptar medidas excepcionales». Por ello, el estado asume «la eventual responsabilidad patrimonial que pudiera imputarse por razón de la licencia excepcional previa de funcionamiento de instalaciones».
El desencadenante fue la compra por parte de España de 640.000 test de detección del Covid-19 que no funcionaban al tener una sensibilidad de solo el 30% y que España tuvo que devolver a China. El país asiático informó que Pedro Sánchez los había comprado a una empresa sin homologación.