España probará la mezcla de las vacunas de Astrazeneca y Pfizer en un ensayo con 600 voluntarios
El Instituto Carlos III testará los efectos de administrar la vacuna de Pfizer en los voluntarios que hayan sido inoculados antes con la de Astrazeneca
El Gobierno de Pedro Sánchez todavía no ha aclarado qué ocurrirá con las personas que ya han recibido la primera dosis de la vacuna de Astrazeneca pero que se han quedado sin posibilidades de acceder a la segunda inyección, después de que se modificasen los protocolos de edad por la aparición de los trombos en la sangre como uno de los efectos secundarios. El Ministerio de Sanidad ha fiado la decisión al resultado de los estudios científicos. Uno de ellos se realizará directamente en el país.
El Instituto Carlos III de Madrid ha anunciado la puesta en marcha de un estudio, bajo el título de CombiVacs, que evaluará las posibilidades de administrar una dosis de la vacuna de Pfizer a las personas que hayan sido inyectados previamente con el preparado de la farmacéutica británica. Una hipótesis que no se testó durante los ensayos con decenas de miles de participantes que las farmacéuticas pusieron en marcha en 2020.
Un total de 600 personas de diferentes grupos de edad y provenientes de varias comunidades autónomas participarán voluntariamente en los ensayos clínicos para determinar si es eficaz y seguro mezclar distintas vacunas. Un primer grupo de 200 pacientes recibirán la segunda dosis de forma inmediata, mientras que otro de 400 transcurrido un plazo de 28 días.
Una vez que haya concluido la inoculación de las dosis, los voluntarios serán sometidos a evaluaciones para determinar su evolución sanitaria a los tres, seis y doce meses de las pruebas. El objetivo es tener una primera conclusión antes de que pasen las 12 semanas establecidas de margen para administrar la segunda dosis de Astrazeneca.
En la investigación van a colaborar cinco de los hospitales más grandes de España que concentran a buena parte de los pacientes de Covid-19 del país: La Paz (Madrid), Clínico San Carlos (Madrid), Vall d’Hebron (Barcelona), Clinic (Barcelona) y Cruces (Vizcaya). Las inyecciones comenzarán previsiblemente la próxima semana para intentar ganar el mayor tiempo posible en la campaña de inmunización.
El limbo de los menores de 60 años vacunados con Astrazeneca
El objetivo de la investigación es solventar la situación a la que se enfrentan los menores de 60 años que ya han recibido la primera dosis de la vacuna de Astrazeneca. El Gobierno decidió limitar el uso del fármaco solo al colectivo de 60 a 69 años, después de la investigación de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) sobre la aparición de trombos en la cabeza y el abdomen como uno de los efectos secundarios poco frecuentes.
La ministra de Sanidad, Carolina Darias, comunicó entonces que se estaba buscando una alternativa para los que ya habían recibido el primer pinchazo, pero que hacía falta nuevas evidencias científicas. Hay dos opciones sobre la mesa: utilizar una dosis de otra farmacéutica para completar la pauta o mantener la inmunización que desencadena solamente el primer pinchazo, lo que se ha demostrado que tiene una eficacia cercana al 70%.
Darias ha decidido no pillarse los dedos y aplazar la decisión definitiva a la publicación de los estudios. El diseño de la vacuna británica da la posibilidad de retrasar hasta los tres meses la administración de la segunda dosis. El estudio del Instituto Carlos III arrojará algo de luz, aunque hay al menos otros dos ensayos internacionales abordando el asunto.