España es el segundo país de la eurozona que más crece
Alemania tira del carro frente al menor dinamismo de Francia e Italia
Ningún experto quiere tirar las campanas al vuelo. La economía española está sujeta a un enorme problema, que se llama deuda pública y privada. Pero es ya el segundo país que más crece en la eurozona, aunque con un modesto 0,4%.
La cuestión es que en un momento de cierta parálisis europea, ese dato ya claramente en positivo, muestra el camino de la recuperación. Otra cosa, y no menor, es si ese dinamismo será suficiente para crear puestos de trabajo. Por ahora, y después del inicio de la crisis, la destrucción, por lo menos, es menor.
Francia e Italia, estancadas
La oficina de estadística de la Unión Europea, Eurostat, ha ofrecido este jueves la situación de los países del euro. Alemania, con su particular modelo económico, totalmente enfocado al sector exterior, ha crecido un 0,8% en el primer trimestre de 2014, y ha logrado compensar, con ello, el estancamiento de Alemania e Italia, que no han avanzado, y se quedan con un 0,0% y un 0,1% en negativo, respectivamente.
La economía de los 18 países de la zona euro aumentó un 0,2%, en comparación con el último trimestre del 2013. Se trata de un crecimiento exiguo, del que el Banco Central Europeo (BCE) ya ha tomado nota, aunque, pese a los anuncios, sigue sin actuar. A diferencia de la Reserva Federal de Estados Unidos, el BCE no tiene un mandato que le obligue a trabajar por la reactivación económica o por reducir la tasa de paro. Su objetivo es el control de la inflación.
En el caso de España, la economía crece un 0,4%, lo que contrasta ahora con Francia, que aplicará un programa de recortes de gasto público, lo que podría complicar más una posible reactivación.
Holanda, cae
En otros países la situación es más delicada. En Holanda, la economía ha pasado de crecer un 1% en el último trimestre de 2013 a contraerse un 1,4% entre enero y marzo. Estonia decrece un 1,2%; Finlandia caer el 0,4%, y Chipre y Portugal descienden el 0,7%.
En el caso de la inflación, el BCE no debería respirar tranquilo. En junio podría tomar decisiones, como apuntó su presidente, Mario Draghi. En la eurozona creció un 0,7%, dos décimas por encima de la inflación de marzo, pero todavía baja. En los estatutos del BCE se fija la línea roja del 2%, pero ese límite queda ahora muy lejos.
Las cosas en el conjunto de la Unión Europea no son mejores. La tasa de crecimiento durante el primer trimestre fue del 0,3%, por debajo del 0,4% de los últimos meses de 2013. Destaca el crecimiento de Hungría y Polonia, con un 1,1%, seguido de Reino Unido, con un 0,8%, el mismo que Alemania.
Crecimiento débil, por tanto, a la espera de las decisiones del BCE.