España tiene en Afganistán un embajador en funciones porque Sánchez adelantó su cese
Gabriel Ferrán fue cesado tras el último Consejo de Ministros, aunque su mandato no expiraba hasta el próximo mes de octubre. Se mantendrá en Kabul hasta finalizar las repatriaciones
La máxima autoridad política con la que cuenta el Gobierno en estos momentos en Afganistán está ejerciendo su cargo después de ser cesado. Se trata de Gabriel Ferrán, embajador de España en el país, que iba a ser relevado de su puesto esta misma semana. Pedro Sánchez aprobó su relevo en el último Consejo de Ministros previo a las vacaciones estivales.
Según explican a Economía Digital fuentes de la carrera diplomática, Ferran no acababa mandato en Afganistán hasta octubre de 2021, cuando se cumplían cuatro años de su nombramiento. Sin embargo, el Gobierno decidió adelantar su cese apenas diez días antes de la toma de Kabul por parte de los talibanes.
Presiones para elegir al sucesor
Las fuentes consultadas explican que desde hace meses, aún con Arancha González Laya al frente del Ministerio de Asuntos Exteriores, «existían presiones» para nombrar a Ricardo Losa nuevo embajador de España en Afganistán.
Losa ha estado destinado en las embajadas de España en La Haya, Luanda, La Paz y Nairobi y en 2018 fue nombrado Subdirector General para el Pacífico, Sureste Asiático y Filipinas.
Lleva más de 20 años en la carrera diplomática, pero veteranos embajadores consultados por ED afirman que «para una embajada como la de Afganistán, se necesita a alguien con más de treinta décadas de trayectoria y de más de 50 años». Unos requisitos que Losa no cumple.
Su designación, afirman estas mismas fuentes, «responde más a movimientos políticos que diplomáticos» y Sánchez y Albares dieron el visto bueno a «una candidatura que gestó la ex ministra Laya».
«Ferrán será el último en irse»
El puesto de embajador en Afganistán, en todo caso, «quema mucho» y, por ese motivo, «no es sorprendente que el propio Ferran viera con buenos ojos adelantar unos meses su relevo». No obstante, afirman sus compañeros de la carrera diplomática, «ahora será el último en irse del país«.
El embajador en funciones, de hecho, decidió no subirse al A400M del Ejército del Aire que ayer aterrizó en Kabul para llevar a cabo el primer viaje de repatriación de españoles y afganos que esperaban en el aeropuerto afgano.
El objetivo de Ferran es mantenerse en el país hasta que las labores de evacuación hayan concluido.
Las fuentes consultadas afirman que Ferran es «un señor» y «un diplomático clásico», que actuará como lo han hecho otros predecesores en países en conflicto: «Cuando en 1980 estalló la guerra entre Irán e Irak, el embajador Iñaki Oyarzun decidió quedarse en suelo iraní hasta garantizar la salida segura del país de todos los españoles. Ahora Ferran hará lo mismo».