España abre sus puertas a los británicos mientras Francia y Alemania reactivan las restricciones
La amenaza de la variante india del coronavirus divide a los países miembro de la Unión Europea en las restricciones sobre los turistas británicos
La falta de concreción de unas políticas comunitarias unificadas sobre el turismo ha desencadenado una paradójica situación, en la que algunos países miembro de la Unión Europea imponen restricciones mientras que otros las flexibilizan para facilitar la llegada de visitantes. Es el caso de los turistas británicos, que contarán con carta blanca para acceder a España pero que cada vez disponen de más dificultades para ingresar en Francia o Alemania.
España anunció este viernes que abriría a partir del lunes sus fronteras a todos los países calificados como seguros por las autoridades europeas. Entre ellos, figura Reino Unido, el mayor mercado emisor de turistas del país, pero también Japón, China, Australia, Nueva Zelanda, Singapur, Israel, Corea del Sur, Tailandia o Ruanda. Ninguno de sus habitantes necesitará ya llevar consigo una prueba PCR negativa del coronavirus, si ya está inmunizado.
Sin embargo, mientras el Gobierno de Pedro Sánchez trata de recuperar la actividad turística con controles más laxos en sus fronteras, otros de sus vecinos europeos se blindan. Francia ha anunciado este domingo que está barajando excluir al territorio británico de su lista verde de países por el riesgo de que se expanda la variante india que ya está presente en esa zona.
El ministro francés de Exteriores, Jean-Yves Le Drian, ha explicado en una entrevista con la radio RTL que las autoridades están «muy vigilantes» ante la evolución de la pandemia en Reino Unido, lo que podría abrir la puerta a que sus visitantes recibieran un tratamiento intermedio en el semáforo del turismo. «Nos queda una interrogación británica», ha especulado.
El que sí que ha sido más tajante es Alemania. El Gobierno de Angela Merkel ha impuesto desde este domingo una cuarentena de dos semanas a todas las personas procedentes de Reino Unido que decidan visitar el país, incluso si llevan un test negativo de la Covid-19, lo que frena las posibilidades de reabrir esa opción turística.
España despeja el camino para el retorno de los turistas británicos
La maniobra del Gobierno español se asegura la entrada de los turistas británicos que ya podrán volver a uno de sus destinos por excelencia y que además tendrán cerradas las puertas de otros lugares vacacionales como consecuencia de la pandemia. Sin embargo, la situación no debería tardar en unificarse en una misma normativa con la entrada en vigor del pasaporte europeo de vacunación.
El bloque comunitario aspira a tener aprobado este certificado para el próximo 9 de junio con el objetivo de dar inicio a la campaña estival de vacaciones. El debate parlamentario todavía sigue instalado en algunos puntos de fricción como las competencias en materia de fronteras que conservarán cada uno de los países miembros o la gratuidad de las pruebas PCR.
En todo caso, el objetivo de España pasa por reactivar el mercado británico que hasta antes de la pandemia era el mayor emisor de turistas. La imposición de restricciones por parte de Boris Johnson hizo que la afluencia de turistas se derrumbara un 82,4% a lo largo de 2020. Los franceses les desbancaron en la primera posición gracias a las facilidades que ofrecía la frontera terrestre por los Pirineos.
La otra parte de la ecuación pasa porque Reino Unido levante definitivamente todas sus restricciones. Hasta ahora España sigue enmarcada en la clasificación naranja de seguridad de las autoridades británicas por lo que se desaconsejan los viajes. Aunque la situación podría desencallarse si se mantiene la actual tendencia epidemiológica.