Escrivá se enroca en su batalla contra la competencia fiscal pese al toque de Moncloa
El ministro de Seguridad Social insiste, pese a que el Gobierno lo ha enmarcado en una "opinión personal", en que "la dinámica es perversa"
En el arranque del Ăşltimo año de legislatura, y con las elecciones municipales y autonĂłmicas a la vuelta de la esquina, uno de los clásicos temas que faltaban por tocar no parece que vaya a evaporarse tan rápido. El ministro de Seguridad Social, JosĂ© Luis Escrivá, proponĂa en una entrevista radiofĂłnica, a tĂtulo «personal», la aplicaciĂłn de un «modelo australiano» hasta ahora desconocido para la mayorĂa, que, primero, determina el volumen de gasto por habitante necesario para prestar los servicios; para que, a continuaciĂłn, el Estado transfiera los recursos correspondientes a las regiones. En definitiva: avanzar hacia una armonizaciĂłn fiscal y evitar el dumping entre territorios.
Sin embargo, rápidamente, Moncloa quiso matizar y desdecir al titular de Seguridad Social, ante el revuelo generado: era una «opinión personal», no una propuesta ministerial. El Gobierno no está en eso, sino únicamente en avanzar sobre fiscalidad en España «de la mano del modelo de financiación autonómica, algo que «no tienen esperanzas» de que se resuelva en lo que queda de mandato.
Pero en la tarde del martes, Escrivá, mientras salĂa del Pleno del Senado en la sesiĂłn de control, quiso volver a insistir. «Son reflexiones que yo me he hecho y que están en el espĂritu de muchos», alegaba. «Es evidente que hay competencia fiscal y eso debilita los servicios pĂşblicos. El Estado de bienestar descansa en las comunidades autĂłnomas […]. FĂjense. Hay que reforzar los ingresos y esta dinámica es perversa«.
Escrivá quiere evitar «un despropósito»
Fuentes del Ministerio de Seguridad Social aseguran en conversaciĂłn con EconomĂa Digital que la postura del ministro no es más que «mostrarse partidario de una mayor centralizaciĂłn fiscal del Estado para evitar el ‘despropĂłsito’ de la competencia tributaria entre comunidades».
«Él viene a decir que el sistema de financiación tiene que garantizar a las comunidades autónomas los recursos necesarios para atender a sus atribuciones competenciales (cosas tan importantes como Educación, Sanidad o Dependencia) y no usar los tributos para competir unas con otras«, tratan de explicar desde su cartera.
Pero su propuesta no ha convencido ni a los suyos ni a los socios, de dentro y fuera de la coaliciĂłn. Unidas Podemos y socios parlamentarios del Gobierno de Pedro Sánchez, como CompromĂs y ERC, han pedido al Ejecutivo medidas para evitar el «dumping fiscal» tras la decisiĂłn de AndalucĂa, aunque no han coincidido sobre la propuesta de Escrivá, que los dos primeros apoyan con matices, mientras Esquerra la rechaza.
Hacienda mueve ficha
SĂ que habrá movimientos, aunque puedan parecer de cara a la galerĂa. De momento, Hacienda va a remitir a las comunidades autĂłnomas una nueva propuesta sobre el cálculo de la financiaciĂłn autonĂłmica a partir de la poblaciĂłn ajustada, tras haber hecho una primera intentona a principios de año y que rechazaron las CCAA.
Cabe recordar que la poblaciĂłn ajustada es el cálculo que se pretende hacer de cada territorio ponderando sus necesidades segĂşn determinados criterios, como la poblaciĂłn envejecida o la dispersiĂłn de la poblaciĂłn. El objetivo es medir el gasto de cada autonomĂa de acuerdo a esta variable.
Pero la estrategia por parte de MarĂa JesĂşs Montero es arriesgada: el melĂłn de la financiaciĂłn autonĂłmica, un peliagudo asunto en el que no funcionan las siglas, sino los territorios, requiere una unidad entre las reclamaciones autonĂłmicas bajo gobernanza del mismo signo polĂtico, algo que sĂłlo por el hecho de estar regidas por la misma fuerza, es harto difĂcil.
Sin visos de prosperar
El Gobierno es consciente, y asĂ lo aseguran a EconomĂa Digital fuentes cercanas a la ministra de Hacienda: el actual modelo de financiaciĂłn autonĂłmica, herencia de la presidencia del socialista JosĂ© Luis RodrĂguez Zapatero tras un acuerdo con ERC, es irregular, deja territorios -dentro del rĂ©gimen comĂşn- infrafinanciados. Y, aunque no necesitan el okey de las comunidades autĂłnomas, sino de los partidos, dado que es una ley orgánica que se aprueba en el Congreso, el Gobierno «no quieren abordarlo» hasta que haya «cierto consenso».
Pero he ahĂ el truco: saben que, de momento, no hay acuerdo. «El Ejecutivo siempre está estudiando cĂłmo hacer una armonizaciĂłn del patrimonio», insisten desde Moncloa. Pero fuentes de la direcciĂłn del PP no dudan en recordar que, aunque se muevan en una propuesta de máximos, no tienen un modelo conjunto ni está entre sus prioridades hasta las elecciones. «No van a contar con nosotros. «¿TĂş estudiarĂas para un examen que ya sabes de antemano que no vas a aprobar?», deslizan desde la cĂşpula de GĂ©nova. «Ya lo hará FeijĂło cuando llegue a Moncloa», aseveran.