ERC y Bildu presionan al Gobierno para hacer una reforma de la ley mordaza a su medida

Sánchez buscaba cerrar 2022 con todas las leyes sociales cerradas, pero las propuestas encima de la mesa sobre la Ley de Seguridad Ciudadana no son suficientes para los socios

La portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, camina frente al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. EFE

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Una vez el Gobierno ha conseguido dar luz verde al escudo social de las medidas anticrisis, los deberes restantes que el propio presidente Pedro Sánchez había marcado para finalizar el año no tienen buenas previsiones. Sobre todo, con dos escollos principales: la ley de Vivienda -a pesar de las medidas anunciadas para intervenir el mercado del alquiler los próximos seis meses-, la de Bienestar Animal y, especialmente, la reforma de la ley de Seguridad Ciudadana, conocida como ley mordaza.

Así, según ha podido saber Economía Digital de diversas fuentes de la negociación, la propuesta que el PSOE coloca sobre la mesa no convence a sus socios. Sobre todo, a EH Bildu y ERC, aunque también, en menor medida, al PNV y Junts. De momento, «no es suficiente», a pesar de que hace apenas diez días finalmente se convocara la ponencia en la comisión del Congreso tras diez meses congelada para darle un empujón y se llegara, de este modo, a acuerdos sobre algunos puntos.

Pero sobre lo que se vuelve una y otra vez es a aspectos polémicos sin consenso, como el uso del material antidisturbios, las sanciones por las multas por falta de respeto a la autoridad y las devoluciones en caliente. «Las negociaciones no están siendo fáciles», se lamentan desde Unidas Podemos en conversación con este periódico, aunque aprecian que «cada vez está más cerca un mínimo común denominador».

ERC hará valer «su fuerza»

Son, precisamente, Unidas Podemos y el PNV quienes están negociando a ambos lados y atrayendo al resto de grupos al consenso. De hecho, han ido presentando a los otros partidos textos alternativos para allanar el camino a una postura compartida por todos. Sin demasiado éxito, por ahora, ante las resistencias de ERC y Bildu.

De hecho, el Govern ya ha avisado que piensa poner toda la carne en el asador y forzar una negociación que les convenga. «Seguimos teniendo elementos de fuerza democrática en el Congreso», avisan desde la Generalitat, en referencia al peso de ERC en el llamado bloque de la investidura.

Donde sí ha habido acuerdo y fue alguno de la veintena de puntos que se pactaron en la fase de ponencia abierta el pasado miércoles en el Congreso -retoque de apartados de los artículos 16 al 37- fue que, a partir de esta aprobación, la mera grabación o difusión de imágenes de agentes de las fuerzas de seguridad en la calle o durante manifestaciones no constituirá infracción en la nueva ley de Seguridad Ciudadana, salvo cuando el uso de este material o de los datos de estos funcionarios suponga un «constatable» peligro para su seguridad o para la operación.

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