ERC tiende la mano a Pedro Sánchez entre reproches a Junts
Gabriel Rufián: "El independentismo catalán de derechas no entiende que queremos dialogar y hacer política con ustedes".
Esquerra Republicana de Catalunya ha utilizado este miércoles su turno en la sesión de Control al Gobierno para explicarle «al independentismo de derechas» su acercamiento al Ejecutivo de Pedro Sánchez. Su portavoz, Gabriel Rufián, ha sido contundente y al mismo tiempo ha vuelto a tender la mano al Gobierno: «Lo que haga ahora no lo va a hacer con un gobierno del PP y de Vox».
El portavoz republicano comenzó asegurando que «la ultraderecha y el independentismo catalán de derechas no entienden que queremos dialogar y hacer política con ustedes porque somos lo contrario a ustedes. Nosotros no creemos en ustedes. Creo en el momento histórico que nos ha tocado vivir. Yo no creo en su voluntad, creo en su necesidad», dijo Rufián a Sánchez.
El diputado de ERC se dirigió al presidente para decirle: «Sé que a usted le encantaría que hubiera 30 diputados de Cs, pero le tengo que decir que los votantes de Cs cabían en un autobús que acompañó a Edmundo Bal al debate de Telemadrid. Espero que tome nota. Lo que no haga ahora no lo va a hacer con un gobierno de PP y de Vox y sino pregúntele a Zapatero», zanjó el independentista.
Pedro Sánchez, sorprendido ante la contundencia del republicano, soltó: «No sé si estamos en precampaña electoral en Cataluña, espero que no». El presidente se volvió a comprometer ante los independentistas: «Este gobierno va a cumplir con su hoja de ruta de reencuentro entre la sociedad catalana y la española».
Sánchez lo relacionó a que «cuanto antes» haya un nuevo gobierno en Cataluña, antes se podrá «retomar el diálogo territorial». El líder del PSOE deseó «un gobierno de izquierdas liderado por quien ganó las elecciones en Cataluña, el PSC». Un comentario que despertó las carcajadas de los separatistas.
«Cara de Rivera» y «Cara de Zapatero»
La sesión de Control al Gobierno también dejó alguna que otra anécdota entre los principales líderes de PSOE y del PP. El primer encuentro entre Pedro Sánchez y Pablo Casado tras las elecciones en Madrid y la tensión se notaba en el Hemiciclo.
Casado recordó a Sánchez que el PSOE ha obtenido en Madrid su peor resultado histórico pese «a hacer trampas con el CIS, el BOE, las amenazas y ocultando el sablazo fiscal».
«El presidente del Gobierno ha sido sorpasado por (Íñigo) Errejón en la capital, y eso no hay primarias andaluzas que lo tapen», ha añadido antes de asegurar que los españoles están «hartos de sus mentiras, incompetencia y arrogancia», señaló el líder del PP.
El presidente del Gobierno ironizó ante las exigencias de Pablo Casado que «se le está poniendo cara de Albert Rivera», ante lo que el líder del PP le ha replicado que a él «se le está poniendo cara de (José Luis Rodríguez) Zapatero».
El líder del PP le preguntó por qué no ponía fecha a la Conferencia de Presidentes, tal y como se comprometió. Una exigencia, además, de las comunidades autónomas tras tres años sin celebrarse. También le preguntó por qué no aprueba el Plan B del PP ante el fin del estado de alarma y por qué no traer el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia a la Cámara Baja para que lo discutan todos los partidos, «como han hecho el resto de países», le espetó el líder del PP.
Casado se preguntó cómo puede decir que se está en la senda de la recuperación con seis millones de parados y dos millones de familias en «las colas del hambre» y ha considerado que sus planes para subir impuestos son «el timo del tocomocho».
Ha lamentado también que presuma de la vacunación cuando cree que la ha entorpecido y haya ya 125.000 fallecidos por covid en España, y ha afeado que se vanaglorie de que quedan 99 días para la inmunidad de rebaño cuando es inasumible todo ese tiempo con 200 muertos por jornada como se registró este martes.
Ante esa intervención, Sánchez ha contestado entre aplausos de su bancada: «Le miro, le escucho atentamente y pienso que la historia se repite. Se le está poniendo cara de Albert Rivera». Ha añadido que las urgencias de Casado no son las de los españoles y ha recalcado que lo que se necesita es estabilidad política.
Por ello, ha reiterado que quedan aún 32 meses de legislatura, por lo que agotará su mandato y el Gobierno se volcará en la vacunación y en la recuperación económica que asegura que ya se está constatando. Respecto a la pandemia, ha afirmado que el estado de alarma es el pasado y hay que mirar al futuro.
A juicio de Casado, tras año y medio de legislatura, Sánchez es ya «un pato cojo» y le ha pedido que deje de esconder la cabeza como un avestruz, sea valiente y defienda a los españoles con todos los medios «porque su empecinamiento cuesta vidas».
Mientras Sánchez dedicó su turno final para recordar que este martes se superaron los 20 millones de dosis administradas y, en la primera semana de junio, habrá diez millones de españoles con la pauta completa.