ERC roza los 40 diputados y ganaría las elecciones
CEO deja a CiU con 32 escaños, con lo que perdería la mitad de todo su peso electoral desde las elecciones de 2010
¿Para que quiere Esquerra Republicana una lista conjunta si las encuestas ya le dan como clara ganadora? Esa decisión implica muchos otros factores, pero, en cualquier caso, ERC ya está muy por delante de CiU. El último barómetro del Centre d’Estudis d’Opinió (CEO), difundido este viernes, ofrece a los republicanos una intención directa del 21,4%, lo que traducido en escaños supondría entre 38 y 39 diputados.
A seis puntos de diferencia, con el 13,8% en intención directa, le sigue CiU. La federación nacionalista obtendría entre 32 y 33 diputados.
Vasos comunicantes
Las dos fuerzas nacionalistas, en todo caso, ya netamente independentistas, obtendrían la mayoría absoluta, por encima de los 70 escaños. La horquilla iría entre los 70 y los 72 escaños. El hecho es que no suman más que ahora, cuando alcanzan entre las dos 71 escaños, 50 de CiU y 21 de ERC. Eso quiere decir que entre las dos fuerzas políticas hay un trasvase de votos. Son en estos momentos vasos comunicantes.
En tercer lugar aparece el PSC, con una intención directa sólo del 5,8%, y unos 14-16 diputados. Actualmente tiene 20 escaños en el Parlament.
Hundimiento de CiU
Podemos se vería representado en la cámara catalana, con el 6,2% en intención directa de voto, y entre 10 y 11 escaños. Estaría justo por detrás del PP, que obtiene un 2,2% en intención de voto, y entre 11 y 13 diputados.
El resto de fuerzas tendrían un nivel similar de apoyo electora. Ciutadans, ICV, y la CUP aparecen con entre 8 y 9 escaños.
Para entender esas posibles contradicciones entre intención de voto y traducción en escaños, hay que tener en cuenta la cocina posterior de los expertos: se toma como referente el recuerdo de voto y los resultados en el pasado de los distintos partidos. Y esa experiencia indica que una intención de voto baja, como pasa siempre con el PP, se traduce luego, en la realidad, en más escaños. Con el PSC empieza a pasar lo mismo. La intención de voto directa baja, pero después obtiene algo más de apoyo electoral. No está de moda en Cataluña decir que se quiere votar al PP –nunca lo ha sido– o al PSC.
Con estas previsiones, el President Artur Mas deberá tomar una decisión, y convocar o no elecciones al Parlament tras el 9 de noviembre. En las últimas semanas, Mas ha tratado de convencer a los republicanos para elaborar una lista conjunta por la independencia, consciente del hundimiento de CiU, que de 62 diputados en las elecciones de 2010, pasó a 50 en 2012, y ahora obtendría 32 o 33 escaños.
Es decir, prácticamente habría perdido la mitad de todo su peso electoral en cuatro años.