ERC quema puentes con el PSC y se resigna a vérselas con Puigdemont
Los republicanos apuestan únicamente por la carta de Junts, pese a dos investiduras fallidas y los embistes del partido del expresidente fugado
La segunda investidura fallida de Pere Aragonès empuja a los republicanos a la resignación. Junts ha hecho una demostración de fuerza al bloquear la votación del candidato de ERC, ante la seguridad de que solo los diputados de Puigdemont tienen la llave para desbloquear la legislatura. Los pactos por la izquierda se vislumbran lejanos, y más tras los embistes entre el partido de Junqueras y el PSC, cuya maltrecha relación se ha recrudecido en los últimos días.
Salvador Illa y Pere Aragonès han escenificado su lejanía desde el atril del Parlament. Ambos desean ocupar el Palau de la Generalitat, aunque solo el republicano tiene opciones reales de hacerlo. Los vetos cruzados entre ambas formaciones y sus ataques continuos se contraponen a sus llamadas al diálogo. ERC ni se plantea reeditar un tripartito como los vividos durante las eras Pasqual Maragall y José Montilla, ni siquiera con un apoyo técnico que desbloquee la investidura.
Ambos candidatos han aireado sus diferencias en el pleno de este martes. Salvador Illa ha lamentado que ERC apueste por la fórmula «fracasada» de Gobierno, tras apostillar que los Ejecutivos independentistas han provocado el mayor deterioro del autogobierno de los últimos años: “Quien quiere a Cataluña no juega con la convivencia de su ciudadanía ni construye una sociedad dividida en valores, ni la deja enfrentada«.
Además, el parlamentario socialista le ha exigido que deje de hacer victimismo. “Culpar a los otros de todos los males no puede ser la excusa de una falta imperdonable del progresivo retroceso en el autogobierno de Cataluña”. Le ha recordado que los independentistas prometieron un país separado de España, aunque la realidad haya sido provocar que se casi perdiera la autonomía.
Illa acusa a Aragonès de ser «el vicario del Consell per la República»
El pacto con la CUP y los escollos con Junts también se han colado en el hemiciclo. Si en el primer debate, Salvador Illa criticó a ERC por «reproducir el programa electoral de la CUP», ahora ha acusado a su presidenciable de ser el «rehén» de los antisistema y Waterloo. Además, ha tildado a Aragonès de «vicario del Consell per la República», el órgano privado de Puigdemont que pretende erigirse como líder de un gobierno paralelo.
Más duras han sido las críticas de los republicanos al PSC. Aragonès ha acusado a los socialistas de «responder con resignación» a la voluntad del independentismo de hacer un referéndum de independencia. Ya les había advertido en el pasado pleno que cada vez estaban más lejos de los «consensos» políticos. El republicano incluso ha ironizado con la abstención del partido de Salvador Illa a una moción sobre autodeterminación en los años ochenta.
Aragonès e Illa también se han enzarzado sobre la votación fallida de este martes. El republicano le ha retraído al parlamentario socialista que, pese al resultado negativo, ERC tiene más opciones de cosechar apoyos: «¿Quién les votará a ustedes? ¿Con quién pueden hacer alianzas? Hoy nosotros tendremos más votos de los que puedan tener ustedes, porque al final lo que cuenta es la capacidad de alianzas«.
«De aquel PSC de Maragall que citan, ya no queda nada»
Pero las críticas más duras han venido del portavoz de ERC en el Parlament, Sergi Sabrià. El diputado republicano ha acusado a los socialistas de «haberse ido de los grandes consensos» para terminar en una «esquina». «De aquel PSC de Maragall que citan, ya no queda nada. Y ya no queda nada porque se fueron, y se fueron aquí, aquí y aquí [mientras señala a exsocialistas como Carles Castillo o Ernest Maragall]. Los que de verdad lo creían están en Esquerra».
«Yo les diría que se miraran en un espejo, pero no lo hacen porque lo que verían no les gustaría«, ha lamentado Sabrià. El diputado de ERC ha pedido a los Comunes que se sumen a la investidura, porque «a diferencia del PSC», comparten «los consensos de la amnistía y la autodeterminación»: «Por eso, nosotros no entendemos que continúen cada día bajo las faldas socialistas».
La relación entre ERC y el Gobierno se recrudece
Los puentes entre el PSC y ERC son cada vez más frágiles, también en Madrid. La alianza que tiró adelante la investidura de Pedro Sánchez y la consecución de la mesa de diálogo –interrumpida por la pandemia de coronavirus– se tambalea. Los guiños del PSOE a Ciudadanos y su negativa a pactar un referéndum de autodeterminación han colocado a los republicanos en una posición vez más enfrentada al Ejecutivo central.
La negativa de tramitar en el Congreso una ley de amnistía, como pedían las formaciones nacionalistas y secesionistas, también ha plasmado ese distanciamiento. El PSOE evitó que se pudiera siquiera tramitar apoyándose en los votos del PP y Vox. «Yo no voy a salir aquí todos los martes a decirle al PSOE que se la está jugando, porque lo sabe», amenazó el portavoz republicano en la Cámara baja, Gabriel Rufián.
La aritmética parlamentaria hace de ERC un socio imprescindible para Pedro Sánchez. Los republicanos fueron necesarios para apoyar los Presupuestos del Gobierno, y también para desbloquear la investidura. Las cuentas de 2022, a menos que haya adelanto electoral, requerirán de esa mayoría para pactarse, excepto que PSOE y PP lleguen a un gran acuerdo o que Ciudadanos –en plena crisis interna– se abra a apoyarles, algo improbable ante el veto de Podemos.