ERC marca distancias con el PSOE: ataca a Sánchez por equiparar a Vox con JxCat
Los republicanos exigen al Gobierno una rectificación y apoyan al partido de Laura Borràs en plenas negociaciones para el futuro Govern
En plenas negociaciones para la investidura, ERC marca perfil independentista y se distancia de los socialistas tanto como puede. La portavoz republicana, Marta Vilalta, ha salido a criticar la comparativa entre JxCat y Vox de Pedro Sánchez, al que ha acusado de banalizar el fascismo.
«Lamentamos las declaraciones de Pedro Sánchez y mostramos nuestra preocupación por el hecho de que no es un caso aislado», ha lamentado la portavoz. Vilalta ha recordado que Sánchez «alababa el sentido de estado de la ultraderecha» después de que Vox aprobara un decreto del Gobierno con su abstención.
Vilalta ha criticado que el Ejecutivo, a través de la Delegación del Gobierno en Madrid, «permitiera la celebración de una ceremonia de homenaje a la División Azul, donde abiertamente se hacía apología del nazismo y se promovía el antisemitismo y la xenofobia».
La portavoz republicana ha exigido que se deje de banalizar a esta ideología y ha pedido al presidente «un rechazo explícito a las formaciones de ultraderecha». «En la Europa democrática, las formaciones políticas demócratas no banalizan la ultraderecha ni tienen tratos con ella», ha subrayado.
ERC aspira a sumar CUP, Comuns y JxCat en el Govern
ERC sale a defender Junts per Catalunya, una formación con la que ha tenido sonoros desencuentros en el Govern pero con la que pretende reeditar el pacto de la Generalitat. La formación es imprescindible para formar un Ejecutivo independentista, pero es incompatible con el otro deseo de Aragonès: sumar a los Comuns en la ecuación.
La formación de Jéssica Albiach tiene otras ideas: un tripartito a tres con el PSC dentro de la ecuación o un gobierno compartido con ERC donde los socialistas votaran a favor. Jéssica Albiach aspira así a repetir una suerte de tripartito de izquierdas como los que gobernaron Cataluña entre 2003 y 2006 con Pasqual Maragall y José Montilla al frente.
Pero no es el único impedimento para ERC. La CUP también es muy reacia a entrar en un Govern, puesto que exige un calendario firme que fije para 2025 un referéndum pactado o unilateral. Además, se niegan a asumir contradicciones, como la gestión de los Mossos d’Esquadra desde la consellería de Interior.