ERC insiste en un Govern con los Comuns pese a los vetos cruzados con JxCat

Los republicanos asumen que gobernarán la Generalitat, aunque apuestan por una «mayoría amplísima de 82 escaños» comprometida con «la amnistía y la autodeterminación». La portavoz de ERC, Marta Vilalta, ha abierto la puerta a que Catalunya en Comú Podem entre en la ecuación de la formación del Govern, pese a los vetos cruzados entre la formación morada y los independentistas de Junts per Catalunya.

La portavoz de ERC pretende liderar una nueva etapa «con el Gobierno más amplio posible» con «independentistas y soberanistas», un claro guiño a la vía amplia de la que habló Pere Aragonès durante campaña y que solo excluía a los socialistas catalanes. «Sabemos lo que queremos: liderar el independentismo de izquierdas, hacer posible los consensos y hacerlo desde los acuerdos amplios que nos hagan conseguir un Govern fuerte y que dé respuestas a la ciudadanía».

«Nosotros no ponemos vetos a nadie», ha remarcado Vilalta en la rueda de prensa telemática. La diputada ha insistido en que la mayoría de ERC, JxCat, Comuns y la CUP se debe reforzar en la defensa de las mayorías por la «amnistía y la autodeterminación», tras insistir en que el independentismo ha superado al 50% de los votos pese al descalabro de una participación de 53,5%.

«Salvador Illa es la Inés Arrimadas de 2017»

Preguntada sobre cualquier posibilidad de acercamiento al PSC y la voluntad del candidato socialista a ir a una investidura ha sido taxativa: «Salvador Illa es la Inés Arrimadas de 2017, la única persona para liderar el nuevo Govern es Pere Aragonès y ERC. Tenemos los avales suficientes, tenemos escaños suficientes para liderar desde el independentismo el próximo Govern».

Vilalta ha asegurado que el 50% ha sido un triunfo, pese a que la participación cayó vertiginosamente hasta el 53,5%: casi la mitad del censo no votó. Marta Vilalta ha insistido en que las elecciones convocadas de forma automática y validadas por el TSJC tras un recurso ante los tribunales formaba parte de una «operación de estado» que tenía como objetivo «derrotar al independentismo».

¿Una ecuación imposible?

La solución que proponen de ERC de la vía amplia parece que tendrá poca continuidad. Los comunes habían vetado cualquier posibilidad de Gobierno con JxCat, mientras que la hoja de ruta de Laura Borràs de enfrentamiento constante con el Estado choca con la vía de la distensión que quieren aplicar los comunes. La candidatura apadrinada por Puigdemont prometió avanzar hacia el camino que se aprobó la DUI en 2017.

Jéssica Albiach, cuyo partido se ha quedado estancado en los ocho diputados de 2017, ha insistido en que la mayoría progresista y social existe. La formación morada intentará algo que hasta ahora parece imposible: que ERC y el PSC levanten los vetos cruzados entre ambas formaciones y se reedite una nueva fórmula de tripartito de izquierdas como el que gobernó Cataluña con los socialistas Pasqual Maragall y José Montilla.

Si el veto de los comunes a JxCat se mantiene, la opción más plausible es que ERC reedite su pacto en la Generalitat con JxCat, aunque esta vez con el partido de Puigdemont como socio menor. La gobernabilidad sería un reto, puesto que ambas formaciones han demostrado sonoros desencuentros desde el Consell Executiu, e incluso las desconfianzas fueron un motivo que llevaría a Torra a asegurar que se convocaría unas elecciones tras la aprobación de los presupuestos de 2020, algo que finalmente no pasó como consecuencia de la pandemia.