ERC exige una reunión de Sánchez con Aragonés para cerrar la crisis de Pegasus
Los independentistas reclaman también la reapertura de la Mesa de Diálogo entre la Moncloa y la Generalitat como forma de limar asperezas tras la crisis del espionaje con el software Pegasus
Pedro Sánchez y Pere Aragonès se ven las caras tras el caso sobre el espionaje independentista. Cercle d’Economia.
ERC modera su belicismo contra el Gobierno. Tras los tímidos intentos de Moncloa para acercar de nuevo posiciones con el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y el govern, la formación independentista ha pedido este miércoles una reunión urgente con el líder del Ejecutivo para tratar de resolver la actual crisis ocasionada a partir de la revelación del uso del software espía Pegasus con hasta casi 65 líderes independentistas.
La pasada semana el CNI reconocía la autoría de 18 de los 65 espionajes, lo que generó dudas como las que trasladó el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, quien teorizaba que solo podía tratarse de, o bien otro Gobierno o bien otra institución del Estado la que había espiado al resto.
Recientemente se ha conocido también que se había espiado tanto el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como a la ministra de Defensa, Margarita Robles y al ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska.
Tras la crisis de confianza, los reproches, acusaciones y escenografía iniciales, ahora ERC, quienes daban por prácticamente rotas las relaciones y pedían dimisiones de altos cargos como Robles para desatrancar la situación ahora piden a Sánchez que convoque una reunión con Aragonès y se reabra de nuevo la mesa de diálogo entre Gobierno y Govern.
Por otra parte, ERC y otras formaciones han negado que el cese de la anterior directora del CNI, Paz Esteban, sea suficiente para zanjar la crisis. Todavía, aunque más discretamente, piden el cese de Robles debido a la justificación que hizo del espionaje a independentistas.
Prueba de ello es que Rufián no ha pedido durante su discusión con Robles en el Congreso la dimisión de la ministra. Sí ha dicho de ella, no obstante, que su patriotismo es «tóxico» y que las respuestas acerca del espionaje ofrecidas por la ministra son «simples» y «malas».
El PSOE, por su parte, ya ha cerrado filas y no parece contemplar más ceses y se ha negado a dar vía libre a una investigación parlamentaria sobre el caso.
No obstante, al diálogo entre Gobierno y Govern se suma ahora un nuevo problema, pues los socios de Aragonès en la Generalitat, Junts, ya han amenazado con someter a votación la renovación del pacto de gobierno entre ellos y ERC. «Lo que decida nuestra militancia siempre es vinculante», ha dicho la presidenta del Parlament y candidata a presidir Junts, Laura Borràs.
