Entrevista a Salvador Illa: «¿Indultos? Opinar sobre las penas de los presos no ayuda a nadie»
El candidato del PSC a las elecciones catalanas, Salvador Illa, promete en una entrevista en Economía Digital que no habrá "ni tripartito ni procés" si vence
Salvador Illa (La Roca del Vallès, Barcelona, 1956) encara la recta final de la campaña de las elecciones catalanas a lomos de encuestas que concluyen que el PSC está en condiciones de disputar la victoria a ERC y Junts per Catalunya este domingo, 14 de febrero. Nadie lo ha hecho, sin embargo, con tanta (y acaso sospechosa) claridad como el CIS.
—El CIS insiste en pronosticar la victoria del PSC el próximo 14-F incluso con encuestas en plena campaña. ¿Está favoreciendo el CIS su carrera electoral?
—Las encuestas nos dan pistas, dibujan tendencias, pero aunque suene a tópico la mejor encuesta va a ser la del día 14. Hasta este lunes hemos tenido encuestas. Todos los sondeos nos arrojan un dato muy claro: hay una alta abstención, mucha gente que aún no ha decidido su voto. Vamos a aprovechar esta semana final de campaña para pedir el voto a todos los que quieren pasar página y avanzar. Sé que mucho de este voto va a ser un voto prestado, de gente que dejó de votarnos y vuelve, o que no nos han votado nunca. Va a ser un voto de confianza, pero les aseguro que lo vamos a saber administrar.
—El 30% de los ciudadanos designados para ser mesa electoral el 14-F ha presentado alegaciones para esquivar la jornada. ¿Es posible que tengan que suspenderse las elecciones por falta de mesas?
—Las elecciones se van a celebrar el próximo domingo y el Govern de Catalunya es el responsable de que los dispositivos estén en marcha y de marcar las soluciones para que se desarrolle la jornada con normalidad. Confío en que no haya problemas. Se hicieron elecciones en Galicia, en Euskadi y muchos países han celebrado convocatorias electorales en plena pandemia.
Illa y los diez años de bloqueo en Cataluña
—Se dice que a los ministros de Sanidad los nombra el presidente del Gobierno y los cesan las crisis sanitarias. ¿Usted, en cambio, ha dejado el ministerio por intereses electorales?
—Mi partido me pidió que diera un paso adelante para encabezar un proyecto y una nueva etapa y lo he aceptado convencido, ilusionado y esperanzado. He sido ministro hasta el día antes de empezar la campaña, trabajando en el proceso de vacunación que ya se encontraba en marcha.
—¿Entonces ha vuelto a Cataluña por interés del PSC?
—He vuelto para trabajar para el reencuentro entre catalanes y catalanas, para recuperar la fuerza y la unidad de Catalunya. Para mí ha sido muy duro ver cómo las propuestas que el PSC tenía para mejorar la vida de los ciudadanos en Catalunya quedaban eclipsadas por el debate territorial… hablábamos de propuestas para combatir el paro, de autónomos, de sanidad, y nada se abría paso. Hay que acabar con 10 años de bloqueo, parálisis y decadencia.
—¿Por qué deberían premiar los electores su gestión de la pandemia a la vista de cifras de contagios y fallecidos tan dolorosas?
—Lo he dicho y no me importa repetirlo, todos pudimos hacerlo mejor. Como el resto de países, España no supo anticipar lo que venía pero estuvimos del lado de la ciencia y actuamos siguiendo las recomendaciones de los expertos. La pandemia ha puesto de manifiesto con más claridad que nunca el peligro de la irracionalidad, que las emociones se impongan a la razón, la obligada necesidad de pensar y coordinarnos como ciudadanos globales y la importancia de la solidaridad.
—¿La cogobernanza entre el Gobierno y las comunidades de la crisis sanitaria ha sido un acierto o una equivocación?
—España es un estado federal, la conferencia de presidentes se ha reunido unas 18 veces en pandemia. En un mundo de interdependencias crecientes y soberanías compartidas la cogobernanza es el camino, hay que acercar las decisiones a los ciudadanos, a su administración más cercana, porque España es un estado plural y diverso con necesidades diferentes y realidades distintas.
¿Indultos a la vista?
—Hablemos de Cataluña. Cuando le preguntan por los indultos usted habla del “respeto al estado de derecho” y también dice que “no es partidario de la venganza”. ¿El cumplimiento de las penas impuestas por el Supremo es venganza o a qué se refiere con venganza?
—La aplicación de la justicia y de la ley no tiene que provocar privilegios ni perjuicios para las personas que están en la cárcel. Creo firmemente que opinar sobre penas o sentencias no ayuda a nadie en estos momentos y que hay que respetar los tiempos que marca la justicia y dejarla trabajar.
—¿El PSC ha renunciado a aglutinar a las formaciones constitucionalistas porque su gran objetivo es romper los bloques (independentista/no independentista) y profundizar su relación con ERC?
—En Catalunya ha llegado el tiempo de tender puentes, dejar de cavar trincheras y empezar a cerrar heridas. Hacernos cargo del dolor ajeno, que lo ha habido en ambas partes, y empezar a dialogar. Buscar los acuerdos dentro de Cataluña, después de años de monólogos. Cuando hablamos de partidos concretos creo que no hemos de centrarnos tanto en el qué sino en para qué.
La ambigüedad del PSC
—¿Corre el riesgo el PSC de quedarse en tierra de nadie en las próximas elecciones? Lo digo porque los partidos independentistas asocian al PSC al 155 mientras que los partidos constitucionalistas subrayan sus alianzas con ERC.
—Será que lo estamos haciendo bien. Creemos que se están dando las condiciones para romper estas dinámicas, se están poniendo las bases para el cambio. Ha llegado el momento de votar sin etiquetas, con cabeza y corazón, para el cambio. Ni habrá tripartito ni habrá procés, tendremos un nuevo gobierno progresista que necesita Cataluña y lo que quedará atrás son los 10 años en que Catalunya sí que se ha quedado en tierra de nadie. Ese es el voto útil para la Cataluña imparable.
—¿Qué adversario le merece una mejor valoración: Pere Aragonès (ERC), Laura Borràs (JxCat), Carlos Carrizosa (Cs), Alejandro Fernández (PP), Jéssica Albiach (Comuns) o Ignacio Garriga (Vox)?
—Menos con Vox, que quiere meterme en la cárcel, respeto desde la discrepancia todas las posiciones políticas.
—El voto por correo se ha disparado. ¿Es seguro votar en un colegio electoral?
—Estas son las primeras elecciones en las que ha habido la opción de votar sin salir de casa solicitándolo a través del servicio de Correos. Las peticiones de voto por correo se han incrementado en un 350% respecto a las últimas elecciones. Entiendo a todos aquellos ciudadanos y ciudadanas que, dadas las circunstancias, han preferido decantarse por esta opción y anticiparse para evitar la jornada electoral, aunque esta sea segura.
Nosotros hemos hecho una amplia campaña a favor de la participación a través del voto por correo en estas elecciones porque el día 14 necesitamos llenar las urnas de votos para avanzar. Por encima de ideologías y partidismos, de votar en favor del mejor proyecto de gobierno que es el que representamos.