Las encuestas de 2021 dejan a un Sánchez tocado y un Casado rehén de Ayuso
Las elecciones del 4-M son un punto de inflexión en la evolución de los sondeos del último año de las principales empresas demoscópicas (Sigma Dos, GAD3, NC Report)
El rumbo de la política española se ha invertido en 2021 o al menos eso es lo que muestran las encuestas. En apenas 12 meses, la fuerza que concentraba Pedro Sánchez en los sondeos se ha ido diluyendo. Paralelamente, Pablo Casado ha logrado acometer su remontada hasta conseguir amasar ya una mayoría suficiente entre el bloque de la derecha como para soñar con gobernar. En medio de este cambio de tendencia hay un detonante con nombres y apellidos: Isabel Díaz Ayuso.
La escalada de los populares a nivel nacional coincide con el triunfo aplastante que logró la presidenta madrileña en las elecciones del pasado 4 de mayo, cuando logró desembarazarse de Ciudadanos y se quedó al borde de la mayoría absoluta. La victoria de la baronesa catapultó a su formación hasta los mejores resultados en las encuestas en lo que va de legislatura, aunque ya empezaron a mostrar brotes verdes con el estallido de la moción de censura de Murcia. El paso del tiempo y la guerra interna han provocado que la formación haya ido deshinchando el globo pero sigue como primera fuerza política.
El cambio de tendencia es el denominador común entre las principales empresas demoscópicas de España. Los pronósticos ofrecidos por Sigma Dos, NC Report y GAD3 en el último colocan a Pablo Casado como el gran vencedor en unos hipotéticos comicios. La media de las tres grandes consultoras otorga en diciembre al PP una estimación de voto del 29%, lo que equivaldría a 126 diputados. La abultada diferencia le acerca a la mayoría absoluta con Vox, que lograría el 15,7% de los apoyos (51 escaños).
El fenómeno de la bancada de la derecha contrasta con el de la izquierda. El promedio de las grandes encuestas ha dejado al PSOE como la segunda fuerza política con unas expectativas del 24,9%, lo que le permitiría hacerse con 99 escaños. Son 21 por debajo del resultado que le llevó a Moncloa en 2019. Tampoco Unidas Podemos ha logrado contener la sangría en las encuestas. La formación morada obtendría el 10% de los votos (24 escaños). Ni siquiera el apoyo de los socios por excelencia valdría para revalidar el Gobierno de coalición.
Todos estos datos chocan con la radiografía que mostraban las encuestas hace justo un año. En diciembre de 202o, Pedro Sánchez lideraba todos los sondeos privados con una estimación media del 27,5% (118 escaños), a pesar del desgaste de la gestión de la pandemia. Mientras que Casado seguía relegado como la segunda opción con un 25,1% (106 diputados). Menor variación ha habido entre las dos formaciones que dan sostén a cada bloque. Vox se movía hace 12 meses en un 13,9% (44), y Unidas Podemos lo hacía en la línea del 11,1% (27).
Por el camino, ha pasado un año cargado de decisiones políticas. Tres oleadas de casos positivos de coronavirus, una moción de censura fallida en Murcia, la escalada histórica de los precios de la luz, la inflación disparada o la falta de suministros han pillado a contrapié al Gobierno. Mientras que la llegada de los fondos europeos, el fuerte descenso del paro o los acuerdos con los agentes sociales en materias clave, como las pensiones o la reforma laboral, le han servido de cortafuegos.
El PP tocó techo tras la victoria del 4-M (pero dejó de crecer)
Aunque el Partido Popular se ha afianzado durante casi tres trimestres al frente de las encuestas, su posición ya no es tan ventajosa como en el inicio del verano. Pablo Casado tocó su techo en el mes de junio, en plena resaca de las elecciones autonómicas de Madrid. La media de las tres empresas demoscópicas le daba por entonces un abultado triunfo con el 30,4% de los votos a favor y 133 escaños.
El pronóstico más optimista fue el de GAD 3 que llegó a calcular que el 30,7% de los votantes apostaría por la papeleta azul. Ese resultado le valdría un botín de entre 136 y 138 diputados en el Congreso. Habría sido suficiente para garantizarse una mayoría con los apoyos del centro-derecha e incluso comenzar a soñar con la absoluta. Pero el globo ha dejado de crecer.
Desde que marcó máximos en el verano, Casado se ha dejado 7 diputados entre las grandes encuestadoras. La caída coincide con la batalla interna del partido por el liderazgo de la Comunidad de Madrid. Los cruces de declaraciones con Isabel Díaz Ayuso por la fecha congreso regional han eclipsado buena parte de los titulares en la recta final del año, mientras los dos líderes se esquivaban en sus agendas públicas.
El estancamiento en las encuestas también ha hecho sonar los tambores de elecciones en sus principales bastiones. Algo que ya se ha producido en Castilla y León, donde Alfonso Fernández Mañueco ha roto su alianza con Ciudadanos para intentar mejorar sus resultados electorales el próximo 13 de febrero. Mientras que Juanma Moreno parece resistirse a seguir el mismo camino en Andalucía.
El CIS es la única institución que salva a Pedro Sánchez
La remontada de Pablo Casado y la caída de Pedro Sánchez aparecen en todas las encuestas privadas pero no en las públicas. El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) presidido por José Félix Tezanos es el único que sigue a día de hoy dando al líder socialista como el potencial ganador de las elecciones y que apenas refleja desgaste por la gestión sanitaria o el desplome de las previsiones económicas.
El barómetro de diciembre colocó al PSOE como la primera fuerza política con un 28% de los votos, lo que representa apenas 1,5 puntos menos de lo que pronosticó hace justo un año. Aunque la institución no ofrece una estimación de escaños, se trata de un porcentaje similar al que le permitió imponerse en las elecciones del 10-N y llegar a la Presidencia. Incluso en el mes de junio, con la euforia de las elecciones madrileñas, seguía contando con una ventaja de 3,5 puntos sobre su principal rival.
Para el CIS, Casado no levanta cabeza. La institución demoscópica le otorga al líder popular la segunda posición, pero con apenas el 20,5% de los votos a favor. Es medio punto por debajo del resultado electoral de 2019 que se llevó la etiqueta de ‘el peor de todos los tiempos’. En todo caso, los barómetros sí que muestran una ligera mejora, en comparación con el 19,2% que pronosticaban en diciembre de 2020. Lo máximo que le ha llegado a otorgar es el 23,9% de junio.
La institución de Tezanos es también la más optimista con Unidas Podemos, a la que ofrece actualmente unas expectativas del 13,7%. El barómetro sí que muestra una recuperación de casi tres puntos con respecto al año pasado, en un momento marcado por el alza de la popularidad de Yolanda Díaz, la política mejor valorada del arco parlamentario. En el caso de Vox, sí que se ajusta más a los resultados de las encuestas privadas. El CIS calcula que Santiago Abascal obtendría el 14,6% en unos hipotéticos comicios. Su variación en el último año ha sido al alza pero apenas de seis décimas.