Embajadores españoles piden un cambio jurídico para el encaje de Cataluña
Aseguran que se debe combatir el "paralizante inmovilismo" y respetar el estado de derecho
Los resortes del Estado se mueven, a pesar del ciclo electoral. Cuatro embajadores españoles, Raimundo Bassols, Fernando Perpiñá-Robert, Eugenio Bregolat y Eudaldo Mirapeix, reclaman al Gobierno central y al Govern de la Generalitat que busquen una solución pactada, y que renuncien a sus posiciones maximalistas, con la idea, si es necesario, de «cambiar el marco jurídico».
«Las partes deberían, por un lado, comprometerse a no vulnerar el Estado de derecho y, por otro, no atrincherarse en un paralizante inmovilismo», aseguran.
Cataluña quedaría fuera de todas las instituciones
Los cuatro diplomáticos, españoles de origen catalán, enumeran todos los problemas que podría causar una declaración de independencia, al entender que no sería reconocida en el ámbito internacional. En un artículo en La Vanguardia, con el título de Secesión y derecho internacional, los cuatro embajadores aseguran que Cataluña quedaría fuera de todos los organismos internacionales, porque son los estados los miembros titulares.
Desde la Unión Europea, la ONU, la OTAN, el FMI, la OMC, o la OCDE, Cataluña forma parte porque está integrada en el Estado español.
Independencia, sólo para las colonias
Constatan que el derecho a la secesión sólo se prevé para casos muy específicos. El derecho de autodeterminación «sólo es aplicable» a las colonias, en caso de dominación extranjera o en supuestos de genocidido o de violación masiva y flagrante de derechos humanos.
Los cuatro diplomáticos sostienen que los gobernantes internacionales han dejado claro, además, que se opondrían a esa secesión unilateral, que es una de las posibilidades que forman parte de la hoja de ruta acordada entre CiU y ERC en el caso de conseguir la mayoría absoluta en el Parlament.
Diálogo y reforma de la Constitución
¿Cuál es la solución? Para Bassols, Perpiñá-Robert, Bregolat y Mirapeix, se debe identificar claramente lo que separa en estos momentos a Cataluña del resto de España y, si es necesario, se puede modificar «el marco jurídico actual», es decir, la Constitución, siempre que las dos partes abandones sus posiciones de máximos.
Los diplomáticos se acogen a las palabras de Mariano Rajoy y de Artur Mas, para buscar una solución. Aluden, así, a la voluntad expresada por el jefe del Ejecutivo español de hablar siempre que sea necesario con Mas, y a la defensa, por parte del President catalán, de no hacer nada en contra del estado de derecho. «Todavía estamos a tiempo», concluyen.