El TSJC sienta al banquillo a Borràs por corrupción
La presidenta del Parlament tendrá que ir a juicio por el caso de la Institució de les Lletres Catalanes y la deja a un paso de perder la presidencia
El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha enviado a juicio a la presidenta del Parlament, Laura Borràs, por los delitos de prevaricación y falsedad documental por fraccionar contratos de la Institució de les Lletres Catalanes (ILC) que dirigió hasta 2018 para adjudicárselos a un amigo.
El juez del TSJC, Carlos Ramos, ha dictado el auto de apertura de juicio oral contra Borràs, lo que traslada al Parlament el debate sobre su suspensión y la deja a un paso de perder la presidencia, en base a un artículo del reglamento que obliga a apartar a los diputados que estén a la espera de ser juzgados por corrupción.
En esta causa, la Fiscalía ha pedido para Borràs una pena de seis años de cárcel y 21 de inhabilitación por los presuntos delitos continuados de prevaricación y falsedad documental.
Evidencias de abuso de poder
El magistrado del alto tribunal catalán Josep Seguí concluyó en junio que había suficientes indicios para enviar a juicio a Borràs, procesando a la presidenta del Parlament y a tres tres sospechosos más por los presuntos delitos de prevaricación, fraude, falsedad documental y malversación continuada, entre marzo de 2013 y febrero de 2017.
Según el juez, los indicios en este procedimiento, «evidenciarían» que Borrás «abusó» de sus funciones como directora de la ILC dictando «resoluciones injustas» para adjudicar 18 contratos menores, «con plena conciencia» de que «entraban en contradicción con las exigencias de la legislación reguladora de los contratos del sector público», para «favorecer» a un amigo.
Borràs se resiste
Tras ser procesada por el magistrado del alto tribunal catalán, Borràs aseguró desde el Parlament que no tenia «ninguna intención» de dimitir. La dirigente catalana no está dispuesta a dar este paso que, según afirmó, le “reclaman y exigen con poca capacidad para disimular” aquellos que la quieren “apartar de la vida política”, como ERC que ya pidió su dimisión tras ser procesada.
Entre las razones para no dimitir, Borràs destacó que es “inocente”. “No he cometido ningún delito, de hecho, me siento especialmente orgullosa del trabajo que realicé al frente de la Institución de las Lletres Catalanes”, aseguró la presidenta del Parlament.