El TSJC anula el «ni juro ni prometo» de la CUP en Reus
Los tribunales obligan a repetir la investidura del alcalde de Reus porque los tres concejales de la CUP se negaron a acatar la Constitución
El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha anulado la toma de posesión del alcalde de Reus, Carles Pellicer, de Junts per Catalunya (JpC), y ha ordenado repetir la votación de la sesión constitutiva del pleno municipal. El motivo es que los tres ediles de la CUP, que apoyaron a Pellicer, se negaron a acatar la Constitución, por lo que el TSJC entiende que no llegaron a ser investidos concejales y que, por tanto, sus votos no fueron válidos.
En el pleno constitutivo, cuando les tocó el turno de de prometer el cargo, los tres concejales obtenidos por la formación antisistema, optaron por usar la fórmula: «Ni juro ni prometo, simplemente acepto y acato un procedimiento forzado y obligado por la Junta Electoral Central». Después, en la votación de investidura, los tres apoyaron la candidatura de Pellicer, que fue así investido en primera ronda al obtener 15 concejales, uno más de los que marcan la mayoría absoluta en el ayuntamiento de la capital de la comarcal del Baix Camp, en Tarragona.
En la sentencia, la sala de lo contencioso-administrativo del TSJC concluye que la fórmula usada por los electos de la CUP no cumple con los requisitos que establece la ley electoral, que obliga a jurar o prometer el acatamiento de la Carta Magna, y que, en consecuencia, ninguno de los tres accedió a la plena condición de concejal, por lo que no podían participar de la votación de investidura. Y sin sus votos, Pellicer no habría podido ser investido en primera instancia, al no conseguir mayoría absoluta. El tribunal ha fijado un plazo de tres meses para que se vuelva a celebrar la votación.
El TSJC avala las apostillas independentistas
Tras el pleno, el alcaldable de Vox por Tarragona, Jordi Ferré, llevó a los tribunales las diversas fórmulas de acatamiento utilizadas en la sesión por los electos independentistas. Pero el TSJC solo considera fuera de lugar la de la CUP, porque hay una negativa explícita a jurar o prometer la Constitución, y avala las que sí lo hicieron pero «por imperativo legal», y también las apostillas que algunos añadieron a continuación.
Los ediles de ERC incorporaron a su intervención su «firme compromiso con los valores de la República catalana» y con seguir «trabajando en la construcción de una Cataluña políticamente libre, socialmente justa, económicamente próspera y territorialmente equilibrada». Y varios concejales de Junts per Reus, la marca posconvergente en la localidad, optaron por la fórmula «me solidarizo y doy mi aliento a los presos y presas políticos y a los exiliados», y por añadir «me mantendré fiel, por siempre jamás, al servicio de este pueblo». Aunque ese no fue el caso del alcalde, que se limitó a prometer el acatamiento «porque lo manda la ley».
En una segunda sentencia emitida este martes, el TSJC también avaló los acatamientos de los independentistas en la sesión constitutiva del ayuntamiento de Sant Pol de Mar (Barcelona), contra los que había recurrido el número dos de la lista del PSC en la localidad, el exconcejal Enrique Abad, y que también incluían compromisos con «los valores de la república catalana» y con «el mandato democrático» y promesas de trabajar por la independencia de Cataluña.