El triunfo de Espadas blinda a Sánchez de cara al Congreso Federal
La derrota de Susana Díaz supone dejar la federación con más poder y más numerosa del PSOE en manos de Pedro Sánchez.
Pedro Sánchez supera su mayor escollo tras el batacazo del PSOE frente a Isabel Díaz Ayuso. El amplio triunfo de Juan Espadas en Andalucía blinda el poder orgánico de Sánchez de cara al Congreso Federal de octubre. La derrota de Susana Díaz supone dejar la federación con más poder y más numerosa del PSOE en manos de Pedro Sánchez.
Los delegados andaluces son los que más votos (y poder) aportan al Congreso Federal que se celebrará en octubre. Al ser la federación más numerosa, según la actualización del censo con sus 45.577 militantes, es la que más peso orgánico aporta al PSOE y la comunidad sin la que no se pueden entender las victorias socialistas en clave nacional.
En el partido siempre se ha dicho que gana quien tiene de su parte a Andalucía. Por lo tanto, ya no habrá resistencias internas que pesen en votos para desestabilizar los planes de Sánchez.
Los ‘sanchistas’ en Ferraz y en el Gobierno se muestran contentos. Más allá del poder orgánico ganado, el líder del PSOE rompe una barrera emocional. Sánchez controlará, a través de su candidato Juan Espadas, el único territorio donde no ganó en sus primarias en ninguna de las provincias.
Con Andalucía en el bolsillo, los planes de Sánchez de cara al Congreso Federal pasan por hacer una remodelación profunda, incluso cambiar varias caras de su Ejecutiva, para hacer un partido a su medida.
Un partido a la medida de Sánchez
Sánchez ya lo hizo en Moncloa, aunque fuentes gubernamentales no descartan que tras remodelar el partido continúe de nuevo con el Gobierno.
Tras hacer cambios puntuales en el Consejo de Ministros, con la salida de Salvador Illa y de Pablo Iglesias, Sánchez completó su equipo en Moncloa y también remodeló las delegaciones del Gobierno. La más significativa fue la de Madrid con la salida de José Manuel Franco y también hubo despedidas en al menos otras ocho comunidades: Valencia, País Vasco, Castilla y León, Murcia, Cantabria y Canarias, Andalucía y La Rioja.
Todos estos cambios se aprobaron en Consejo de Ministros, dejando a Susana Díaz sin apoyo en Andalucía. Sandra García ha sido la delegada del Gobierno en Andalucía hasta febrero.
Tal y como publicó Economía Digital, su destitución se interpretó, por parte del entorno de Díaz, como una ruptura del entendimiento y la vuelta a un pulso entre la dirección federal y la andaluza por controlar la agrupación más potente y numerosa del partido.
En Madrid no gustaba el «marcado perfil susanista» de García, quien apoyaba siempre que podía en redes la campaña de promoción que la líder andaluza hizo por los pueblos para ‘calentar’ las primarias.
El trasfondo de todos estos relevos es la intención de Sánchez de reforzar el perfil político de los responsables del aparato del Gobierno y del partido en los distintos territorios para que sean ellos quienes defiendan la política y acción del Gabinete de coalición con Unidas Podemos en esta nueva etapa que para Sánchez comienza a partir del Congreso Federal.
El líder del PSOE, según ha podido saber Economía Digital, ha tanteado a su más cercanos la posibilidad de hacer cambios y de modificar aspectos a la hora de coordinar el trabajo entre partido y gobierno.
Con el triunfo de Espadas y la no resistencia de Andalucía en el Congreso Federal, Sánchez podría hasta plantear cambios importantes a nivel de programa, como la relación del partido con la Monarquía o hacer algún guiño a las juventudes sobre la República, tal y como han solicitado en varias ocasiones. Se trata de asuntos que hasta ahora han sido delicados para el partido al no haber consenso.
Díaz da «un paso a un lado»
El triunfo de Díaz podría haber complicado los planes de Sánchez, además de su propio liderazgo como un claro signo de debilidad interna. Díaz no dimite y eso lo dejó claro en la rueda de prensa que dio este domingo nada más conocer los resultados.
Sin embargo, la andaluza podría haber supuesto un último escollo para Sánchez y ha decidido «dar un paso a un lado» para que la política territorial, las decisiones del Grupo Parlamentario y lo que corresponda en cuanto a poder orgánico en la federación lo empieza a marcar Espadas.
El triunfo de Juan Espadas supone que el ‘sanchista’ será el nuevo candidato para enfrentarse a Juanma Moreno en las próximas elecciones autonómicas. Sin embargo, Susana Díaz sigue siendo la Secretaria General del PSOE-A. Es decir, hasta finales de año que no se celebrará el congreso regional, tras el Federal, seguirá al mando de la federación andaluza.
Esta bicefalia podría suponer un dolor de cabeza para Ferraz. En cambio ya lo ha recalcado: «No voy a estorbar». Los socialistas más afines a Sánchez apostaban por la dimisión de Díaz. “Debe dejar la Secretaría General, pero conociéndola no lo hará”; “Se le ha ofrecido de todo y no ha querido. No lo hará ahora”, apuntan fuentes socialistas cercanas al presidente.
Estas fuentes consideran que la andaluza está obligada a facilitar su salida de inmediato y permitir una sucesión ordenada en el partido. Mientras tanto, la dirección federal elegiría a una gestora para hacerse cargo, tal y como ha sucedido en Madrid, que está formada por una mayoría ‘sanchista’. Y así es como Sánchez tendría la transición tranquila y el Congreso de trámite que muchos quieren para seguir revalidando su poder interno.
Sin embargo, Díaz prefiere esperar. No plantará cara, según afirma, pero tampoco le pondrá a Sánchez las cosas en bandeja de plata, como muchos socialistas esperaban. No dimite. Prefiere esperar a finales de año.
Díaz ya avanzó que no se presentará para revalidar la Secretaría General del PSOE-A. Tampoco cuenta con los apoyos suficientes porque las bases han hablado este domingo y han elegido cambio: el candidato de Sánchez y el ‘sanchismo’ para hacer frente al PP en Andalucía. ¿Habrá gestora nombrada por Ferraz antes?