El top manta cambia de horario (y sube la presión a Colau)
El top manta se dispersa en el tiempo y el espacio en respuesta al dispositivo policial izado para desarticularlo, y demanda pactar una solución con Colau
Sobre las 21.30 horas del pasado miércoles 31 de julio, en el tercer día del macrooperativo policial contra el top manta en Barcelona, menos de la mitad de los manteros que hasta la semana anterior solían situarse frente al monumento a Colón desplegaban sus productos aprovechando la ausencia de policías de la Guardia Urbana, Mossos d’Esquadra y la Portuaria, sintiéndose más seguros allí que en plaza de Catalunya o las Ramblas.
Así lo transmitió a Economía Digital un vendedor ambulante de la zona, que afirmó que hasta el momento allí no habían llegado allí los agentes. Unos días antes, el lunes 29 de julio, el teniente de alcalde de seguridad del Ayuntamiento, Albert Batlle, informó de un dispositivo policial liderado por la Guardia Urbana en colaboración con los Mossos y la Policía Portuaria para evitar que los manteros se instalen en varios puntos de la ciudad.
En torno a un centenar de agentes vigilan entre las 9.30 y las 22.00 horas algunos de los puntos de la capital catalana en los que suelen estacionarse los vendedores ambulantes, según Batlle, que apostilló que el dispositivo se transformará según la reacción del top manta. Entre las 21.30 y las 23.00 horas del miércoles, varios de estos puntos –con la excepción destacable de plaza de Catalunya a la altura de el Triangle– permanecían ocupados.
El top manta se alzó en huelga tres veces esta semana para protestar contra las medidas, que califican de «criminalización» y «represión» hacia el colectivo. Una concentración tuvo lugar en la plaza de Sant Jaume de Barcelona, frente al Ayuntamiento; otra en el Passeig de Joan de Borbó (a donde llegaron todos pero no a vender, por lo que no fueron desalojados) y la última saliendo del metro de la Barceloneta, el viernes.
Manteros en Barcelona, el miércoles 31 de julio, una vez iniciado el dispositivo policial contra la venta ambulante ilegal. Foto: ED
El nuevo horario del top manta: cuando no hay policías
Ubicados entre el Moll de la Fusta y el Passeig de Joan de Borbó, en la proximidad de la Barceloneta, varios manteros explicaron a este diario que su primera respuesta al operativo policial ha sido trasladar su negocio a las horas de la noche. «No podemos trabajar en el día», dijo un senegalés, que explicó que por ahora llegan a los «puntos de venta» sobre las 21.00 horas e intentan realizar alguna transacción antes de que regrese la policía.
Cuando llegan los agentes se acabó la jornada para los manteros, como pudo observarse a las 23.00 horas en la plaza de Urquinaona, cuando una quincena de vendedores ambulantes corrían con sus mantas convertidas en sacos escapando de la policía que les despojó del ámbito de El Corte Inglés de plaza de Catalunya. Por el momento, el dispositivo de los agentes se enfoca en asegurarse de que el top manta no se instale en estos puntos.
Desde luego, algunas de las mantas –que el miércoles eran menos de las que se han estilado durante los últimos meses– tenían clientela o al menos potenciales clientes, que –como recordó este viernes el primer teniente de alcalde de Barcelona, Jaume Collboni– se exponen a multas de hasta 500 euros por comprar en puntos de venta ambulante no autorizada, aunque por ahora esa es solo una campaña informativa más que sancionadora.
En sus protestas, los manteros exigieron a la alcaldesa Ada Colau –que ha guardado silencio ante el operativo después de ser acusada de aupar y proteger la venta ambulante ilegal durante su primer mandato– pactar un horario en el frente marítimo, precisamente uno de los sitios más conflictivos de esta problemática. Algunos proponen reducir las horas y piden una respuesta de Colau, a quien algunos han visto en ocasiones como aliada.
Manteros en Barcelona, el miércoles 31 de julio, una vez iniciado el dispositivo policial contra la venta ambulante ilegal. Foto: ED
El macrooperativo contra el top manta previsiblemente se extenderá durante el resto del verano, como mínimo, «sine die», según aseguró Batlle, quizá contra los deseos de la alcaldesa. El dispositivo ya ha dejado un saldo de tres detenidos, el miércoles, a los que se les imputa un delito contra la propiedad industrial y desorden público.
Tensión entre Colau y el PSC por el top manta
En el marco del dispositivo policial, el consejero catalán de Interior, Miquel Buch, aplaudió el cambio de «actitud» del Ayuntamiento. «El top manta es un fenómeno más de los que generan una sensación de inseguridad», dijo en una entrevista de Catalunya Ràdio, lo que disparó la ira de los vendedores, que afean que les vinculen con los crecientes problemas de seguridad. La alcaldesa tachó de «impropias» las declaraciones de Buch.
No es lo único que molesta al entorno de Colau. El director de Justicia Global y Cooperación del consistorio, David Llistar, criticó el miércoles un informe de Pimec publicado hace un mes (que gozó de gran difusión esta semana) en el que se calcula el impacto económico negativo del top manta en 130 millones de euros. Los medios «alimentan un cálculo falso del impacto de los manteros en Barcelona», tuiteó Llistar.
El viernes por la tarde, la formación de Colau, Barcelona en Comú, criticó a Batlle (PSC) por el operativo. «El top manta no supone un fenómeno de seguridad y así lo corroboramos con los vecinos de los barrios en los que hay mayor presencia», dijeron en un mensaje de texto. «Lamentamos que (sus declaraciones) hayan creado la impresión de que ha habido un cambio en la política del ayuntamiento con el fenómento del top manta».
Manteros en Barcelona, el miércoles 31 de julio, una vez iniciado el dispositivo policial contra la venta ambulante ilegal. Foto: ED
Los comunes también alegaron que el dispositivo policial estaba preparándose desde hace un tiempo y que lo único que hacía falta era la colaboración de Mossos d’Esquadra, un argumento que ya ha utilizado para defenderse de las acusaciones por la situación de inseguridad. En ese sentido, Buch y el Govern de Quim Torra han prometido enviar más agentes a la ciudad condal para contrarrestar los robos y el carterismo.
El concejal Manuel Valls, que votó a favor del gobierno municipal de Colau con apoyo del PSC, pidió el viernes a Colau y a Batlle que «aguanten» y «no dejen de apoyar» el dispositivo policial contra el top manta. «Batlle tiene razón cuando recuerda que (el top manta) es una actividad ilegal. Además se había vuelto un símbolo del no respeto a la ley en Barcelona», dijo Valls.