El silencio de Sánchez: el Gobierno confía en Bildu para culminar su agenda social
Sin anuncios no hay campaña posible, y de cara a las generales aún quedan por aprobar proyectos como la ley de Familias o la ley Darias, entre otras
Da igual quién se lo reclame, sea de su propio partido -como Javier Lambán este jueves, a su lado, en un mitin- o no -como reclama el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo-: al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no se le escuchará una palabra que censure la relación parlamentaria con Bildu. Ni cuando lo convirtió en su gran socio de legislatura tras haber asegurando en campaña hace cuatro años que jamás lo haría, ni ahora, tras la polémica inclusión de 44 exetarras en las listas abertzales para las municipales y posterior renuncia de 7 de ellos, autores de delitos de sangre.
El motivo es muy sencillo: los socialistas no pueden ganar votaciones en el Congreso de los Diputados sin recurrir a la geometría variable, y sin leyes que anunciar no hay campaña que vender. Y no es nuevo: los abertzales han salvado las votaciones del Gobierno en medidas estrellas como la reforma laboral, la ley de Memoria Democrática o el Fondo Público de Pensiones -en ninguna, Moncloa pudo contar con ERC-, y en otras tantas -ya sí de la mano de Esquerra- han refrendado los proyectos de este curso como la aprobación de la Ley de Vivienda o la segunda parte de la reforma de las pensiones.
Desde Moncloa no hay demasiado problema para justificarlo en privado, tal y como publicó Economía Digital. A nivel nacional, Bildu prioriza la «agenda de izquierdas» por encima de la nacionalista. Y eso permite llevar una política progresista a Sánchez.
Media decena de leyes pendientes
El objetivo final para el PSOE es conseguir que Sánchez revalide la presidencia del Gobierno tras las elecciones generales del mes de diciembre. Hay seis meses por delante y no puede pegarse un tiro al pie y quedarse sin la posibilidad de aprobar leyes. Ahora y también si se mantiene en Moncloa.
Sin anuncios no hay campaña posible, y de cara a las generales aún quedan por aprobar proyectos ya anunciados por el Gobierno y de relevancia para la parte socialista como la ley de Secretos oficiales o la ley Darias, la ley de Enseñanzas Artísticas o la ley de Función Pública. Pero no son las únicas.
De cara a Unidas Podemos, hay dos proyectos clave para el Ministerio de Derechos Sociales de Ione Belarra y que forman parte del pacto de coalición. Son la ley de Familias y también la de Servicios Sociales. Las dos ya fueron aprobadas en primera vuelta en Consejo de Ministros pero aún no han visto la luz en el Congreso.
Ley de Salud Mental, ELA o Eficiencia de Justicia
La lista no se queda ahí. También están pendientes de aprobación parlamentaria -para lo que es imprescindible Bildu si el PSOE no se apoya en el PP como en la reforma de la ley del Sólo sí es sí, aunque parece imposible con las generales a la vuelta de la esquina- la ley de Salud Mental, la ley del Derecho de Defensa o las tres leyes de eficiencia -la procesal, la organizativa y la digital- de Justicia.
Completan la lista de pendientes -aunque aún quedan muchas más restantes en el cajón de la tramitación parlamentaria- la ley de la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) o la ley de declaración del carácter estratégico de la industria de muy alto consumo de energía eléctrica radicada en España.