El Senado tumba el techo de gasto de Sánchez
El PP aplica su rodillo para fulminar los objetivos de estabilidad del gobierno del PSOE, que aspira a superar el bloqueo con una reforma legal
Con 150 votos en contra, 97 a favor y una abstención, el Senado ha tumbado este jueves por la tarde los objetivos de estabilidad presupuestaria y de deuda pública diseñados por el gobierno de Pedro Sánchez para el año 2019, que fijan los techos de gasto y de déficit y que el Congreso aprobó en primera instancia la semana pasada. El PP ha hecho valer su mayoría absoluta y ha contado además con el apoyo de Cs, Coalición Canaria, UPN y Foro Asturias para volver a enviarlos al cajón del que salieron. Todo siguiendo al dedillo el guión previsto.
El debate, más que en argumentos económicos a favor o en contra, lo han marcado los intercambios de golpes por posicionamientos políticos en torno a otras cuestiones. Así, tanto los populares como el partido naranja le han reprochado al gobierno la tibieza con la que a su juicio trata a los independentistas, y haber pactado con ellos el techo de gasto, mientras que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, encargada de defender los objetivos de estabilidad del ejecutivo, y los grupos favorables a los mismos —que en el Congreso suman mayoría— han afeado a los de Pablo Casado y los de Albert Rivera su pacto con Vox en Andalucía.
La propuesta preveía un límite para el déficit público del 1,8%, cinco décimas por encima del de 2018, lo que se traducía en un aumento del margen presupuestario de 6.000 millones de euros. Esa flexibilización beneficiaba especialmente a las comunidades autónomas, que veían así aumentado su techo de déficit del 0,1 al 0,3%, mientras que el del Gobierno pasaba del 0,3 al 0,4%, y el de la Seguridad Social, del 0,9 al 1,1%. Los objetivos de estabilidad presupuestaria tumbados ahora por el Senado fijaban también el límite de gasto no financiero en un 4,4%.
Segundo intento
El ejecutivo socialista ya intentó aprobar por primera vez el techo de gasto en julio, pero no lo consiguió porque los partidos independentistas no le dieron su apoyo en el Congreso. Volvió a presentar el plan, sin variaciones, la semana pasada, y esta vez fue aprobado porque Pdecat y ERC cambiaron el sentido de su voto y le dieron su aval, aunque ya se contaba con que quedaría embarrancado en el Senado
El plan de Sánchez para sortear el bloqueo en la Cámara Alta pasa por impulsar una reforma de la Ley de Estabilidad Presupuestaria, aprobada en 2012, cuando el PP tenía mayoría absoluta, y que es la que habilita al Senado, donde los populares cuentan con 148 de los 266 escaños, para tener la última palabra, cosa que no pasa con ninguna otra ley, y vetar los objetivos de estabilidad.
Reforma estancada en la Mesa del Congreso
El PSOE, Podemos y ERC registraron en agosto la propuesta de reforma de la ley de estabilidad, y una vez que tire adelante, el techo de gasto podría aprobarse con la mayoría favorable ya existente en el Congreso. Mientras tanto, los Presupuestos Generales del Estado (PGE) tendrían que aprobarse con el límite del 1,3 previsto para este 2018, y que podría modificarse una modificada la ley de estabilidad. Eso, si se aprueban, lo que parece difícil porque los independentistas no están por la labor.
Pero el PP y Cs, que cuentan con mayoría en la Mesa del Congreso, están dilatando la tramitación de esa reforma legislativa, por lo que los socialistas presentaron este jueves un recurso de amparo al Tribunal Constitucional (TC) alegando que la mayoría de la mesa está bloqueando la reforma con maniobras “arteras” e “inconstitucionales”, en palabras del portavoz adjunto del grupo socialista en el Congreso, Rafael Simancas.