El Rey no quiere abdicar
El monarca será operado de nuevo de cadera y con su decisión, que ni se ha planteado, propicia un final de reinado decadente
Directo, claro: «no se ha planteado abdicar». Es decir, el Rey no quiere abdicar.
El Rey Juan Carlos será sometido a una nueva operación de cadera. Necesitará dos intervenciones quirúrgicas, tras detectarse una infección en la prótesis que le colocaron en la cadera izquierda hace sólo un año y medio. En sólo dos años le han intervenido en cinco ocasiones: en la rodilla, en el talón de Aquiles, en las dos caderas y en las lumbares.
Pero no abdicará.
El jefe de la Casa Real, Rafael Spottorno, ha asegurado que el monarca, en ningún momento, se ha planteado la idea de abdicar en la figura del Príncipe Felipe, con lo que ha decidido un final decadente de su reinado, que coincide con una situación política y económica en España de enorme incertidumbre.
Proceso de seis meses
Los médicos han explicado los detalles de la nueva operación de cadera y han dejado clara la complejidad de la recuperación. El especialista en este tipo de intervenciones, Miquel Cabanela, doctor en la Clínica Mayo de Rochester, en Estados Unidos, operará al Rey Juan Carlos en Madrid, tras descartar la Casa Real realizar la operación en EEUU.
La idea es trasladar la imagen, cierta, de que en España el éxito en ese tipo de operaciones está garantizado. Pero Cabanela ha dejado claro que, con toda la rehabilitación posterior, el proceso se podría alargar hasta los seis meses.
Los médicos aún no han decidido en qué hospital de Madrid operarán al monarca. Pero han detallado que se tratará de dos operaciones. En la primera, en los próximos días, se extraerá la prótesis que se ha infectado, para colocar una provisional posteriormente. Esa cadera provisional estará “repleta de de antibióticos, para impedir otra posible infección. El proceso durará, finalmente, entre ocho semanas y seis meses. En ese lapso, se habrá sustituido la prótesis de cadera provisional por otra definitiva. Y, cuando se haga, “la rehabilitación ya será mucho más fácil”.
Ni 12 de Octubre ni cumbre de Panamá
El Rey Juan Carlos es el jefe del Estado español, como ha recordado Spottorno, y, por tanto, sólo él puede decidir abdicar. Otra cosa sería su inhabilitación. El artículo 59.2 de la Constitución regula esa posibilidad, que recae en las Cortes españolas. Sería responsabilidad de los partidos políticos, que, salvo el primer secretario del PSC, Pere Navarro, que se pronunció a favor de la abdicación del Rey, no han hecho ningún movimiento hasta ahora en esa dirección.
En ese caso, como ha recordado Spottorno, se abriría paso “la regencia”, es decir, el paso al Príncipe Felipe, en una imagen que, salvando todas las distancias, recordaría a la que se estableció en España con la lenta agonía de Franco, y el nombramiento del Rey Juan Carlos.
Pero las cosas no han llegado, todavía, a ese punto. El Rey Juan Carlos deberá estar en Madrid, cerca de casa, para poder recibir toda la medicación, que será intensa. Pero estará en plenas facultades para asumir todas las competencias como Jefe de Estado que le reserva el artículo 62 de la Constitución.
No podrá asistir, eso sí, a los actos por la festividad del 12 de Octubre, ni estará en la cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de países Iberoamericanos el 19 de octubre en Panamá. La Agenda se reorientará por completo.
El papel del Príncipe
El Príncipe Felipe, que ha ha ido asumiendo la representación de la Corona, no estará en Panamá, que se reserva a Jefes de Estado y de gobierno. Sólo irá el presidente del Gobierno Mariano Rajoy, porque, como aseguró Spottorno, «el Príncipe Felipe no es jefe de Estado».
Sin embargo, esa será la tónica en los próximos meses. Felipe irá asumiendo un nuevo papel, sin que el Rey abdique, y tomando decisiones como jefe de Estado.
El problema es si España puede ir caminando con un monarca con muy poca movilidad, justo en el momento más complicado desde la transición, la que él mismo protagonizara.