El Rey mantendrá la inmunidad hasta que muera
Juan Carlos y Sofía serán los nuevos condes de Barcelona y retendrán el tratamiento de alteza real; las infantas Cristina y Elena quedarán al margen de la corona
El rey Juan Carlos mantendrá ciertos privilegios a pesar de haber abdicado la corona. En concreto, será inmune a los procesos judiciales hasta que muera. También continuará viviendo en el palacio de La Zarzuela y se le tratará, a efectos protocolarios y de representación, como alteza real. Probablemente continuará cobrando un sueldo público.
Todo ello se vehiculará a través del título que recibirá cuando reine Felipe VI. Sus padres serán nombrados condes de Barcelona. Éste es el estatus en el que el Ejecutivo y la Casa Real trabajan para encajar, desde el punto de vista institucional, la figura del rey saliente.
Asesor de Felipe
La voluntad del futuro jefe de Estado es que Juan Carlos actúe como asesor de la corona. Mantendrá, por tanto, agenda propia y dispondrá de un nuevo despacho en Zarzuela. Felipe VI se instalará en las dependencias de trabajo de su padre, pero continuará viviendo en el pabellón que ocupa desde 2004 con su esposa e hijas.
España tiene cierta experiencia en la convivencia de reyes con monarcas que no reinan. A Juan Carlos le preceden cinco Borbón en la misma situación; al margen de su padre, don Juan, que renunció a los derechos dinásticos con él ya ascendido al trono de España. Es, precisamente, en esta relación en la que se basará la nueva familia real.
Cortafuego
La ley orgánica que el Gobierno ha aprobado este martes para regular la abdicación, cuyo trámite parlamentario finalizará el próximo 18 de junio, no detalla el nuevo papel de Juan Carlos y Sofía. Tampoco el de las infantas Cristina y Elena.
Los matices en los que ya se trabajan se introducirán después de la proclamación de Felipe VI, el próximo 24 de junio. Se prevé que la Casa del Rey sólo arrope, además de a la familia regente, a los futuros condes de Barcelona.
Sueldos públicos
Al margen de la Corona, aunque sin menoscabar sus derechos dinásticos, quedarán las infantas Cristina –ya apartada de la agenda oficial por el caso Noos— y Elena. Su hermano, el aún Príncipe de Asturias, controlará los recursos públicos que reciba de los presupuestos del Estado.
De este modo, Felipe VI, mantendrá, con toda probabilidad, la asignación anual que recibe cada miembro de la familia. La separación estética es el cortafuego que se pretende instalar para preservar al nuevo jefe de Estado de los casos de corrupción que han sepultado el tramo final del reinado de Juan Carlos.
La sombra de Noos
El juez del caso Noos, José Castro, podría sentar en el banquillo de los acusados a Cristina de Borbón, acusada de delitos de fraude fiscal. Sucedería lo propio con su marido, Iñaki Urdangarín. La nueva condición judicial podría darse en pocas semanas.