El Rey ensalza a su padre en el 40 Aniversario del 23F: «Su firmeza y autoridad fueron determinantes»
El monarca ha afirmado que su padre asumió como jefe de Estado "su responsabilidad y su compromiso con la Constitución" con su mensaje televisado con el que neutralizó el golpe militar.
El Rey Felipe VI ha defendido y ensalzado a su padre, el Rey Emérito, que desempeñó un papel esencial para que fracasara la intentona golpista del 23F, al asegurar que «su firmeza y autoridad fueron determinantes para la defensa y el triunfo de la democracia», así como su compromiso con la Constitución.
El monarca ha afirmado que su padre asumió como jefe de Estado «su responsabilidad y su compromiso con la Constitución» con su mensaje televisado con el que neutralizó el golpe militar de Antonio Tejero.
De igual modo, Felipe VI ha mostrado su admiración por el expresidente del Gobierno Adolfo Suárez y por todos los civiles y militares que ofrecieron ante el golpe «un ejemplo de coraje y de lealtad a las instituciones del Estado y a la Constitución».
El Rey ha querido transmitir un mensaje personal con su visión de niño de ese día asegurando que «esa noche también fui testigo y aprendí el incalculable valor que tiene la libertad para el pueblo español. El aniversario nos obliga a valorar con rigor el respeto al Estado de Derecho y debemos sentirnos comprometidos y obligados a defender y proteger nuestra convivencia en democracia y libertad, porque sabemos lo difícil que es alcanzarla y siempre hay riesgos que la puedan amenazar».
El monarca quiso lanzar un mensaje de advertencia ante la fragilidad de la democracia señalando que «es un bien delicado que precisa de cuidado. Somos conscientes de que su erosión pone en peligro los derechos y deberes de los ciudadanos. La democracia debe saber afrontar siempre los nuevos retos que la sociedad tiene entre sí».
«Mi compromiso con la Constitución es más fuerte y firme que nunca y la voluntad de la Corona es que sea una institución que incluya e integre a todos los españoles», terminó el monarca su discurso con una gran ovación por parte de todos los miembros del Gobierno y asistentes allí presentes, menos los del vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, quien no aplaudió ni el discurso del monarca ni el de la presidenta del Congreso, Meritxell Batet.
Batet advierte sobre la fragilidad de la democracia
Batet, por su parte, conmemoró la «decidida reacción de las instituciones públicas para asumir la defensa de la democracia ante la amenaza del golpe». La presidenta del Congreso también advirtió de la fragilidad de la democracia. «No olvidemos que la democracia necesita también de la máxima capacidad de las instituciones para actuar en su defensa en momentos de crisis».
«En nuestra democracia todo es discutible y toda reforma puede plantearse, pero ante ataques y amenazas que pretendan romper con el sistema no hay más respuesta que la activación de las facultades constitucionales para garantizar o restablecer el respeto del pacto fundamental vigente», señaló Batet.
«No hay democracia sin instituciones, no hay instituciones sin política, ni política sin respeto y confianza. Señorías, es el momento de seguir ganando el futuro para España», cerró su discurso la presidenta del Congreso.
Gritos de «¡Viva el Rey!» a su llegada al Congreso
Felipe VI fue recibido en el Congreso de los Diputados con aplausos y gritos de numerosos ciudadanos que decían: «¡Viva el rey! y ¡Viva España!». El monarca se ha parado a saludarles para, posteriormente, acceder a través de la Puerta de los Leones acompañado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la de la Cámara Baja, Meritxell Batet, para participar en el acto por el 40 aniversario de la intentona golpista del 23F.
Además de Sánchez y Batet, recibieron al monarca al bajarse del coche oficial la presidenta del Senado, Pilar Llop; el del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas, y el del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes.
Una vez que la comitiva entró al palacio tras hacerse una foto de familia ante la escalinata, se dirigió al Escritorio del Reloj para saludar a los otros invitados al acto, entre ellos, los cuatro vicepresidentes del Gobierno, Carmen Calvo, Pablo Iglesias, Nadia Calviño y Teresa Ribera.
También estaban el líder del PP, Pablo Casado, los portavoces de los grupos parlamentarios y miembros de la Mesa del Congreso, así como los dos ‘padres’ de la Constitución que quedan vivos, Miquel Roca y Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón. A su conclusión, las autoridades se dirigieron a otra sala donde va a tener lugar la comida con una decena de invitados.
Los socios de Sánchez no asisten al acto
Los grupos independentistas ERC, Eh Bildu, Junts per Cat (JxCat), PdeCat, CUP y BNG no asistieron al acto y mostraron en el Congreso su rechazo a la celebración del aniversario del 23F, que consideran no un golpe de Estado fallido sino una «operación de Estado» para apuntalar el «régimen del 78».
Los diputados de estos grupos Gabriel Rufián (ERC), Jaume Alonso-Cuevillas (JxCat), Mertxe Aizpurua (Eh Bildu), Mireia Vehí (Cup), Néstor Rego (BNG), y Genís Boadella (PdeCat) leyeron desde la sala de prensa del Congreso un manifiesto denunciando el 23F y el «régimen del 78» que consideran un «candado» para el avance democrático.
Ninguno de estos grupos acudió al acto organizado por el Congreso en el 40 aniversario de la intentona golpista y reclamaron «luz y taquígrafos» sobre lo ocurrido «más allá de la verdad oficial» aquel día de 1981, con una proposición no de ley que desclasificar toda la documentación.
Según el manifiesto de estos partidos, el 23F fue «una operación de Estado» que reforzó «la mal llamada transición democrática» con el Rey y el Ejército como «garantes» y con «pilares antidemocráticos de donde nacen la «represión, la desigualdad, la injusticia, la corrupción» o el «recorte de libertades» que a su juicio continúan hoy.
El monarca presidió este martes el acto organizado por el Congreso de los Diputados para conmemorar el 40º aniversario del fracaso del golpe de Estado del 23 de febrero de 1981 y, de paso, celebrar la vigencia de la Constitución de 1978.
La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, recibió al Rey en la Carrera de San Jerónimo junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; la presidenta del Senado, Pilar Llop; el presidente del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas; y el presidente del Tribunal Supremo y el Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes.