El PSOE tiende la mano a Aragonès para aprobar los Presupuestos de la Generalitat
El PSOE dará su 'sí' a las cuentas si Junts y la CUP las rechazan. El PSC ofrecerá estabilidad a Aragonès para allanar el camino a Sánchez de cara a los PGE
El PSOE aprovecha el malestar entre los socios del Govern para tender la mano a Pere Aragonès y aprobar los Presupuestos de la Generalitat para 2022. Este apoyo reabre el debate en Cataluña sobre los pactos de gobierno, mientras Junts descarta su salida.
En plena crisis entre republicanos y posconvergentes con la CUP añadiendo crispación tras la mesa de diálogo, el PSOE reafirma su apoyo a las cuentas catalanas y lo condiciona, de momento, al rechazo a las mismas de los socios de Aragonès. Si Junts y la CUP no apoyan a ERC, ya están preparados el PSC y los Comunes para sostener al president.
Los socialistas consideran que las discrepancias entre los dos grupos que integran el Gobierno catalán pueden llevar a una legislatura fallida y, al menos de manera retórica, están dispuestos a lanzarle un salvavidas o buscan -como los de Ada Colau- reeditar el tripartito.
La dirigente del PSC y futura cara visible de los socialistas en el Senado, Eva Granados, apeló este lunes a la «responsabilidad» para tender la mano a Pere Aragonès asegurando que «los catalanes tienen que forma parte de una recuperación justa y para eso, se necesitan unos Presupuestos en el Parlament».
«Si no se pone de acuerdo con sus socios, el PSOE tiende la mano a Aragonès para hablar de Presupuestos», zanjó Granados condicionando el debate a la acción de sus socios.
Romper la política de bloques
Más allá de esgrimir responsabilidad como excusa para aprobar las cuentas del Govern, en el PSC apelan a «romper la política de bloques» y tejer alianzas más allá del bloque constitucionalista para sacar más rédito electoral en los próximos comicios.
El trabajo de Salvador Illa como futuro líder del PSC será esta vez aproximarse al soberanismo sin dejar el espacio que ocupaba Ciudadanos. Una tarea nada sencilla por la que apuestan en la formación catalana y, de ahí, su ofrecimiento de cara a sacar adelante los Presupuestos.
«Mano tendida en materia de presupuestos», señaló la diputada Alicia Romero, del PSC, que instó al jefe del Ejecutivo catalán a decidir si el Govern «está roto o no y buscar otros aliados».
El presidente de la Generalitat ya ha rechazado el apoyo de los socialistas, lo que facilitaría a Pedro Sánchez un final de legislatura sin sobresaltos. Pese a que Aragonès es consciente de que los grandes proyectos de su mandato, la ampliación del Prat o la candidatura olímpica, si se acaban aprobando, necesitarán el apoyo de los socialistas.
ERC descarta que el Govern esté roto, de momento, aunque algunos dirigentes señalen en privado que existen «unas cuantas vías de agua que hay que arreglar».
El presidente de la Generalitat y el vicepresidente trataron el pasado jueves de aislar al Ejecutivo de la crisis abierta por la ausencia de Junts en la mesa de diálogo con el Gobierno. Aragonès reclamó lealtad a Jordi Puigneró en la reunión que mantuvieron en el Palau de la Generalitat para tratar de reconducir la crisis.
También le pidió que no se repitan estos choques y le invitó a reconsiderar su posición y regresar al diálogo con el Gobierno asignando representantes del gobierno autonómico. Junts se niega. Su secretario general, Jordi Sànchez, retó al republicano a adoptar medidas contundentes si considera que su partido ha actuado de manera desleal.
El partido de Puigdemont descarta romper el Gobierno pero tampoco entierra el hacha de guerra. Acusa a Aragonès de haber incumplido el acuerdo de legislatura y le acusa de mentir, ya que los posconvergentes aseguran que el presidente de la Generalitat conocía desde hace semanas que su delegación en la mesa no estaría integrada solo por miembros del Govern.
Junts reclama una negociación conjunta
El consejero de Junts, Jaime Giró, ya está con el borrador de las cuentas y, a pesar de ello, desde el partido condicionan ahora su aprobación a dar pasos hacia la autodeterminación y la amnistía. Aseguran que las cuentas son «una de las pocas herramientas» que le quedan al independentismo en Madrid para condicionar al Gobierno central.
Junts reclamó este lunes una negociación conjunta, con ERC y la CUP, para que transcurra en paralelo por dos senderos: el político, con avances en amnistía y autodeterminación; y el económico, con la exigencia del fin de los incumplimientos en inversiones de infraestructuras y en el ámbito social, la descentralización de los fondos europeos y el mantenimiento de los fondos Covid. Estos últimos son «imprescindibles» para el Govern y para los presupuestos catalanes, que también se asoman en el horizonte político.
La portavoz de Junts, Elsa Artadi, recalcó que las cuentas catalanas «están condicionadas por las decisiones del Gobierno español en sus presupuestos» y consideró que «es importante que estén en el ámbito de decisión» el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, el conseller de Economía y Hacienda, Jaume Giró, y vicepresidente del Govern y consejero de Territorio y Políticas Digitales, Jordi Puigneró.
Pero también advirtió que «sería un error y una pérdida de oportunidad» no ver que «esa negociación puede ir más allá», en alusión a vincularla al conflicto político.
Falta conocer si ERC da el paso o se abre, primero, a negociar los presupuestos con el resto de partidos. El PSC se muestra dispuesto a dar estabilidad a Aragonès si sus socios de investidura fallan, lo que supone allanar el camino a Pedro Sánchez.