El PSOE se divide respecto a los pasos que debe dar el Rey
Algunos socialistas consideran que el Rey debería de aprovechar el mensaje de Navidad y la Pascua Militar para defender la Corona.
El núcleo duro socialista que conforma el Gobierno cierra filas estos días en torno a la figura del Rey Felipe VI y separa el escándalo de Juan Carlos I de la Institución. La mayoría, excepto algún caso como el diputado Odón Elorza que busca despojar al Emérito de su título de Rey, considera que es Casa Real quien debe explicarse y aconsejan al monarca aprovechar las navidades para trasladar confianza a través de sus mensajes. Sin embargo, existen ciertas discrepancias en cómo debería de hacerlo.
Como si se tratara de una paleta de colores, en el PSOE puedes encontrar ministros que defienden fervientemente el papel de la Monarquía como el de Justicia Juan Carlos Campo y otros que ya en privado critican la «utilización» de este asunto por parte de Podemos.
También los hay que consideran que Felipe VI debería poder «defenderse» en su tradicional discurso navideño y aprovechar para desmarcarse de su padre. Mientras otros ya miran al mensaje de la Pascua Militar, que contará con la presencia de la Asociación de Veteranos tras el escándalo del chat formado por exmilitares.
Todos los ojos estarán puestos en este detalle, admiten fuentes socialistas. Las mismas que consideran que el monarca debería de contestar «rotundo» a estos mensajes para que «no se asocie a la Monarquía con la extrema derecha». Sin embargo, en Moncloa señalan que se trata de un «grupo minoritario» y «solo se les daría alas».
El mensaje del Rey y las quejas de Iglesias
Tal y como publicó ED, Casa Real ya prepara el mensaje navideño de Su Majestad el Rey. Lo habitual ante este acontecimiento es que Casa Real envíe el discurso de Felipe VI a Moncloa para validar los contenidos y, en su defecto, debatirlos.
La vicepresidenta primera, Carmen Calvo, ya trabaja con La Zarzuela para que ese mensaje fortalezca a la Corona. Las fuentes consultadas apuntan a que la idea es que el Rey aborde el asunto de su padre, pero aún está en discusión la forma en lo que lo hará.
Fuentes expertas consultadas, inciden en que el discurso se encuentra, en estos momentos, muy abierto ante la posible vuelta del Rey Emérito a España y que el Gobierno no considera portuna. También señalan que el monarca tendrá que marcar distancias con cierto tipo de comportamiento para devolver la confianza a la Corona.
El Gobierno ya tenía elegido el papel de Calvo como primera interlocutora con Casa Real, algo que en su día molestó al vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, tras sentirse excluído de conocer las reuniones privadas con Zarzuela.
Ya en agosto con la marcha del Rey Emérito de España, Iglesias aireó en los medios que mantuvo «una discusión fuerte con Sánchez» por apartarle de las decisiones del Gobierno respecto a la Monarquía. El presidente, según Iglesias, se acabó disculpando. «Eso le engrandece», declaró en una entrevista en la Cadena SER.
Lo cierto es que ahora, fuentes de Podemos señalan que la historia se repite. Desconocen si Calvo mantiene reuniones con Casa Real y el contenido de esas reuniones, afirman con cierto tono de crítica.
Malestar con Podemos
«Las relaciones del Gobierno con Casa Real son buenas», aseguran a Economía Digital fuentes gubernamentales. La parte socialista del Gobierno se empeña en trasladar el mensaje de apoyo a La Zarzuela, mientras el presidente mira para otro lado con la publicación de un vídeo, por parte de Unidas Podemos, donde se compara a Juan Carlos I con el narcotraficante colombiano Pablo Escobar.
El episodio de La Plaza de esta semana analiza la situación que atraviesa la Casa Real
Un vídeo que ha enervado a más de un ministro, que en privado comenta lo «desafortunados» que están siendo los ataques de sus socios de Gobierno.
La ministra portavoz, María Jesús Montero, incluso les aconsejó este martes, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, «más inteligencia política» y «habilidad» para adaptar los acuerdos de la coalición al momento actual, para que no se produzcan “efectos indeseados”, como las numerosas disputas que mantienen en el seno del Gobierno de coalición y que se airean cada día en los medios.
Fuentes socialistas aseguran que «ha habido quejas», por la parte socialista del Gobierno, sobre la actitud de los morados y la reactivación del debate Monarquía-República en las horas más bajas de la Institución. Algunos ministros están cansados de los numerosos ataques proferidos contra el monarca, algunos incluso desde el Gobierno.
Las mismas fuentes defienden que los morados se les mantenga al margen de los asuntos del Gobierno con Casa Real «para evitar filtraciones». Estas voces acusan directamente a Podemos de haber filtrado una presunta reunión entre Zarzuela y Moncloa en la que se habló sobre despojar el título de Rey al Emérito.
Un asunto que el secretario de Organización, José Luis Ábalos, afirmó «ignorar» por completo. Sin embargo, los morados junto un sector del PSOE afín a Iglesias sí que defienden esta vía como solución para evitar dañar a la Institución.
Campo «parece un ministro del PP»
Las órdenes de Iglesias se mantienen y el partido defenderá su política de ataques contra la Monarquía, al menos en el Congreso de los Diputados. A pesar de que este martes, PSOE con el apoyo de PP y Vox tumbaran la comisión de investigación que plantearon sobre el Emérito, los morados insisten en que continuarán con su trabajo.
Los morados mantienen que cada vez existe en la sociedad más adhesión a la República y también lo contemplan en el sector del PSOE más progresista. A quien no lograrán convencer es al ministro de Justicia, Juan Carlos Campo. Los morados, en privado, se muestran indignados asegurando que «parece más un ministro del PP».
El ministro de Justicia se hizo este martes respetar causando un profundo malestar entre algunos dirigentes morados. Campo señaló rotundo que «la Monarquía es el arco de bóveda del modelo de Estado y si se quita una pieza se puede derrumbar todo».
«Establecimos mecanismos para cambiar la Constitución, pero a través de unos cauces seguridad jurídica, y es importante que a partir de ahí se pueda hablar de todo, pero no disparemos que podemos hacernos más daño», puntualizó el ministro.
Asimismo, el ministro insistió en que «no tiene ninguna fecha» para reformar la sedición y se limitó a explicar que «lo verdaderamente importante es que sean textos razonables, sesudos y que tengan el contraste con la armonización con el derecho europeo».
Toda una afrenta a los morados, cuando éstos buscan aprobar la reforma del delito de sedición y rebelión «cuanto antes» para que los políticos presos del ‘procés’ puedan hacer la campaña catalana en la calle.
Unas palabras que no han gustado nada en la formación de Pablo Iglesias y que podrían surtir el efecto contrario, más presión al ministro y también a Pedro Sánchez para acelerar la reforma del Código Penal.