El PSOE prepara la abstención para evitar su derrumbe
El Comité Federal decide si el socialismo deja el camino libre a la investidura de Rajoy o si se arriesga a concurrir a unas terceras elecciones
El PSOE está preparado para agachar la cabeza y resignarse. Tiene que elegir el menor de los males: dejar el camino despejado a Mariano Rajoy, o ir a terceras elecciones y volver a fracasar en las urnas.
Los 219 miembros del Comité Federal llegaron a Ferraz poco antes de las 9.00 horas, esta vez sin la presión de los militantes que, hace 20 días, se encargaban de abuchear o vitorear a los políticos que amaban u odiaban. Ya el sábado hubo cientos de militantes que se encargaron de exhibir pancartas y protestar contra la abstención. A lo sumo, había un espontáneo que gritaba consignas rodeado por una nube de periodistas.
El ex ministro y eurodiputado José Blanco fue elegido presidente del Comité Federal, por su postura dialogante y por conocer con precisión el mecanismo de funcionamiento de este tipo de encuentros. Así se confirma el poder del sector afín a Susana Díaz en la gestión del cónclave.
El guión previsto es que el socialismo salga con la decisión de la abstención debajo del brazo. Pero hay varios puntos por resolver: ¿se abstendrá todo el partido en bloque, o sólo los once diputados que necesita Rajoy para tener el camino despejado para formar gobierno en minoría? ¿La abstención sería en la primera o en la segunda investidura? ¿Habrá que seguir la conducta del partido, o cada legislador tiene libertad de voto?
Dos sectores en pugna
Susana Díaz, al frente de la poderosa federación andaluza, encabeza al sector abstencionista. Ya había demostrado su pulso en el último Comité Federal, cuando había doblegado a Pedro Sánchez y tras más de once horas de debates, recesos y negociaciones, pudieron demostrar que el sector crítico era mayoritario. La firmeza del ‘no es no’ de Sánchez le terminó costando la cabeza al secretario general.
Tras los andaluces, se encuentran los representantes de Asturias, Extremadura, Aragón y Canarias, mientras que los miembros del socialismo de Valencia y Castilla-La Mancha están divididos.
Pero el peso del sector que sigue apostando por la negativa a investir a Rajoy no es para tomar a la ligera. Entre ellos se encuentra el PSC, y las federaciones de Euskadi, Castilla y León, Madrid, Galicia, Cantabria, Murcia, Baleares, Navarra y La Rioja.
El PSC insiste en el ‘no’
Entre los socialistas catalanes, la postura por el ‘no’ es igual de firme en el reelecto secretario general Miquel Iceta y su número dos y ex competidora, Núria Parlon. El viernes, los dirigentes del PSC decidieron seguir adelante con esta decisión.
Frente a esta actitud, los abstencionistas amenazan con crear un cisma y dar por terminada la alianza del PSC con el PSOE si quieren ir en contra de lo que decida el Comité Federal. Pero esta sería una medida extrema que ninguna de las partes desea, aunque la advertencia disuasoria sigue latente.
El partido está quebrado, pero si en algo coinciden las autoridades es que este comité no puede repetir el lamentable espectáculo del cónclave anterior, y que las divisiones tienen que dejar de profundizarse si pretende recuperar los espacios perdidos en los últimos meses. Así lo sintetizó el diputado Patxi López: «Lo que debemos buscar es no hacernos más daño».