El PSOE planea una gran reforma constitucional: de las pensiones a la elección del presidente
Los socialistas definen su estrategia de futuro con la modificación del Impuesto de Sociedades y la futura Ley de Vivienda en el horizonte
El Partido Socialista se ha marcado como objetivo político poner en marcha una serie de reformas constitucionales, que le permita acometer un aluvión de cambios en la carta magna de 1978. Se trata de una batería de iniciativas con las que buscará blindar la sanidad, garantizar la reforma de las pensiones o introducir cambios en el sistema político español. Aunque para eso necesitará el apoyo de un amplio espectro de partidos en el Parlamento.
La alteración de la Constitución es uno de los puntos que más se repite en el documento que recoge la Ponencia Marco del PSOE, una hoja de ruta para los próximos años que se debatirá en seno del partido en el 40º congreso que la formación celebrará en Valencia en el mes de octubre en busca de un impulso para la recta final de la legislatura.
Una de las claves que defiende es una reforma constitucional que incorpore nuevos derechos fundamentales dentro de la carta magna como la protección social, la sanidad, el acceso a la educación o la garantía del poder adquisitivo de las pensiones. Tras un año marcado por la pandemia, el plano sanitario se ha llevado todo el protagonismo.
«Es necesario fijar la salud como eje de todas las políticas y defender la asistencia en salud como un derecho de primer nivel que se recoja en el título de derechos fundamentales en nuestra Constitución», reza el documento organizativo del PSOE que consta de 304 páginas detalladas.
El PSOE quiere modificar el sistema de elección del presidente del Gobierno
Pero los derechos fundamentales no son el único ámbito a modificar. La reforma constitucional socialista también tocará de lleno la política española con propuestas como la limitación del aforamiento que disfrutan los diputados, senadores y miembros del Gobierno a las actividades realizadas durante el ejercicio de su cargo.
La otra gran clave es la propuesta para modificar el sistema de elección del presidente del Gobierno. El PSOE aspira a modificar el artículo 99 de la Constitución que establece la necesidad de alcanzar al menos una mayoría simple en segunda ronda para tener éxito en la investidura. Un proceso que en las elecciones de 2019 ya estuvo a punto de forzar una repetición electoral.
Los socialistas quieren emular el modelo vasco y asturiano para permitir que se presenten varios candidatos a la vez, de forma que se proclame ganador el que más apoyos reciba durante la sesión. «Nuestro país no puede estar a merced de las llamadas mayorías de bloqueo», reza el documento marco.
El PSOE se abre a reformar el Impuesto de Sociedades
Otra de las líneas estratégicas del PSOE a corto plazo pasará por hacer cambios en la política fiscal, uno de los campos más controvertidos por las críticas de la oposición a subir impuestos tras la pandemia de coronavirus. La formación de Pedro Sánchez se ha comprometido con «avanzar en una recaudación tributaria equivalente al promedio de la Unión Europea, profundizar en un modelo progresivo y centrar esfuerzos adicionales en la lucha contra el fraude».
Una de las claves pasará por la reforma del Impuesto de Sociedades que implicará una «profunda revisión». Para lograrlo proponen fijar un tipo efectivo mínimo, que vendrá acompañado de una simplificación de los incentivos fiscales, que han permitido hasta la fecha beneficiarse a las grandes corporaciones.
También proponen el establecimiento de una tasa común para las grandes empresas que operan en el mercado común europeo con el objetivo de financiar un impuesto comunitario. «Esta reforma de la tributación de las empresas resulta central para una revisión profunda del conjunto del modelo», explican.
La iniciativa puede jugar un papel clave para sacar adelante los futuros Presupuestos Generales del Estado (PGE) que el Gobierno quiere dejar cerrados después del verano. Unidas Podemos ya ha reivindicado que se abra el debate sobre la fiscalidad como una condición para sacar adelante las cuentas, que también necesitarán el apoyo externo de otros socios parlamentarios.
El documento socialista también plantea la necesidad de armonizar el Impuesto sobre la Renta para convertirlo en más progresivo, pero sin incrementar la carga fiscal sobre las clases medias.
Donde no parece que vaya a haber demasiado consenso es en la futura ley de vivienda, que ha enfrentado a los dos socios de la coalición. El PSOE se reafirma en su Ponencia Marco en la propuesta de los incentivos fiscales para reducir el precio de los alquileres, que ha rechazado constantemente la formación morada.