El PSOE enchufa a exsocorristas y teleoperadoras en el Ayuntamiento de Madrid

El partido socialista en el Ayuntamiento de Madrid ha enchufado como trabajadores, asesores y expertos a siete trabajadores sin titulación universitaria y con currículum en el que no se demuestra áreas de especialización ni conocimientos concretos.

La Constitución Española garantiza que los puestos públicos deben ser designados con tres criterios: igualdad, mérito y capacidad. Es decir, los postulantes deben contar con igualdad de condiciones para competir por un cargo y demostrar sus cualidades para un puesto que es pagado con dinero público.

Pero el partido socialista justifica el fichaje a dedo de sus asesores y técnicos al explicar que, por ley, los trabajadores colocados en las administraciones no necesariamente tienen que ser universitarios. La agrupación ha defendido su valía profesional pero no ha justificado de forma detallada conocimientos concretos de cada uno de los enchufados.

El Ayuntamiento de Madrid acaba de publicar los currículum de 122 trabajadores colocados por los cuatro partidos políticos. Y con la lista ha surgido el debate sobre qué cualidades deberían contar los trabajadores cuyos sueldos son pagados con dinero público.

¿Qué criterios se utilizan?

Ahora Madrid, que ha designado como jefe de gabinete de Urbanismo a un joven que no es arquitecto y no tiene otra experiencia profesional diferente a la de camarero, recogedor de basura y cajero de supermercado, asegura que los puestos de libre designación no se nombran por méritos académicos ni experiencia profesional sino «por confianza política». El PP, que nombró a Ángel Carromero, quien, al margen del trabajo de partido, sólo ha trabajado en la empresa privada como dependiente de El Corte Inglés, explica experiencia no es indispensable para la contratación de cargos de confianza.

Y el PSOE, con siete contratados a dedo sin formación universitaria, explica que lo importante no es la carrera universitaria sino otras cualidades como «el conocimiento de la administración pública y la confianza política».

Experiencia previa

Una de las colocadas por el PSOE en al Ayuntamiento de Madrid sólo tiene experiencia profesional en la empresa privada como teleoperadora y comercial de moquetas y pavimentos. Pero el Partido Socialista la colocó en la Asamblea de Madrid y ahora cobra un sueldo público por ejercer funciones en el grupo municipal socialista del Ayuntamiento de Madrid.

Otro designado por el partido tiene como única experiencia laboral en el sector privado haber sido «administrador de obra» en empresa de la construcción. También acredita estudios como administrativo, socorrista y monitor de tiempo libre. Pero tiene a su favor haber trabajado activamente para el PSOE.

El partido asegura que todos sus colocados tienen sobrados méritos para ser los mejores en sus cargos aunque no especifica qué tipo de trabajo realiza cada uno de ellos. Los trabajadores públicos defienden que los asesores de los grupos municipales deberían ser funcionarios del Ayuntamiento de Madrid. Y candidatos cualificados hay de sobra. El Ayuntamiento cuenta con nada menos que 27.000 funcionarios con todo tipo de capacidad y preparación.

En la norma de la colocación hay excepciones. El concejal de Hacienda, Carlos Sánchez Mato, designó como responsable de prensa de su área a una periodista funcionaria del Ayuntamiento de Madrid, con lo cual ha ahorrado un sueldo adicional a las arcas públicas al negarse a contratar a dedo a una persona de su confianza. El grupo de Ciudadanos explica que ha hecho entrevistas como en cualquier empresa privada para contratar a los mejores asesores. Y el extinto grupo de UPyD fichó mayoritariamente a funcionarios como asesores del grupo.