Pedro Sánchez cuenta con que Ciudadanos le salve de ERC
José Luis Ábalos cree que la suma del PSOE con la formación naranja, Unidas Podemos y los partidos "minoritarios" permitirá formar Gobierno "cuanto antes"
El PSOE mantiene el mismo optimismo y el tono con el que Pedro Sánchez salió a celebrar al balcón de la sede de Ferraz el triunfo en las elecciones generales. El líder socialista comenzará desde esta tarde a recibir a los líderes de otras formaciones con el ojo puesto en tres focos: Unidas Podemos, los «partidos minoritarios» y los 10 escaños de Ciudadanos. El secretario de organización del partido, José Luis Ábalos, ha incidido este lunes en recabar el apoyo del partido naranja.
«Sí puede salir una suma en ese sentido y la vamos a trabajar con todos aquellos que no quieren bloquear España», ha dicho en rueda de prensa. Enfrente, Ábalos ha situado a Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), una formación que consiguió tres parlamentarios más que Ciudadanos pero a la que el socialista ha situado entre los «bloqueadores» que pueden impedir la formación de Gobierno.
El compromiso pasa por formar un Ejecutivo «cuanto antes». Junto a Unidas Podemos –Pablo Iglesias ya tendió la mano a Sánchez en su primera comparecencia tras conocer el escrutinio- y Más País -su líder, Íñigo Errejón, se prestó incluso a ser ministro en un teórico Gobierno socialista- el PSOE suma 158 escaños, 168 si Ciudadanos aceptase entrar. Aún con la incorporación de los naranjas, la suma quedaría muy lejos de los 176 que necesita para sumar mayoría absoluta.
En su comparecencia, Ábalos no ha disipado las dudas que rodean a un posible entendimiento con Unidas Podemos. El exministro socialista se ha limitado a responder que habrá que «entenderse» antes de afrontar los acuerdos. «Aventajamos en 32 escaños al segundo partido y en 88 a Unidas Podemos», ha recordado. A su juicio, la victoria del PSOE lo convierte en la referencia de la izquierda y ha reiterado la premura de los socialistas, que obtuvieron 120 diputados -tres menos que en abril- para formar el próximo Ejecutivo.
«El propósito del PSOE es que haya Gobierno antes de final de año», ha insistido Ábalos, que ha recalcado su confianza en que no haya terceras elecciones. También ha precisado que será un Ejecutivo progresista pero que, en ningún caso, será una «coalición de derechas». «Todas las coaliciones para gobernar pasan por los socialistas. ¿O es que la derecha suma?», se ha cuestionado el responsable de Organización.
En este sentido, ha descartado al PP de Pablo Casado, que consiguió 89 parlamentarios el 10-N. Sobre esto, Ábalos culpa a los populares de «blanquear a la ultraderecha» y de no saber aprovechar la debacle de Ciudadanos como sí ha sabido acaparar Vox. Además, descarta que el PP se abstenga en una hipotética investidura de Sánchez si este consigue recabar los apoyos necesarios, anticipando que los populares irán «a remolque» de la ultraderecha y tendrán un «margen de maniobra muy escaso».
Casado, «a la espera» de Sánchez
El líder del PP, por su parte, evitó hacer referencias al partido de Santiago Abascal, que consiguió 52 diputados, y se ha limitado a mantenerse a la espera del líder socialista, Pedro Sánchez. «Veremos qué plantea. Nuestros programas son incompatibles», ha asegurado Casado.
Después de Vox, la mayor recuperación el 10-N fue la del Partido Popular. La formación consiguió 22 escaños más que en abril -de 66 a 88-, obtuvo aproximadamente 700.000 votos y recortó distancias con el PSOE. Sin embargo, en el teórico Gobierno socialista, los populares no tendrían cabida, máxime si se tiene en cuenta la salida del líder de Ciudadanos, Albert Rivera, que presentó su dimisión este lunes y al que unía una estrecha relación con Casado.
Sobre esto, Casado lamentó en su cuenta de Twitter la pérdida de «un gran político y un patriota» que ha «defendido la libertad y la concordia donde más difícil era». No obstante, el líder popular ha reseñado que su partido mantendrá «la labor satisfactoria de colaboración institucional» con Ciudadanos una vez que su comité ejecutivo disponga la hoja de ruta a seguir tras la salida del que fuera su líder fundacional.