El PSOE amenaza con llamar a Casado, Aznar y Sáenz de Santamaría a la comisión ‘Kitchen’
El PSOE busca traspasar su desgaste al frente del Gobierno alargando la comisión que investiga la 'Operación Kitchen' sobre las posibles irregularidades del PP hasta finales de diciembre.
La imputación de la ex secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, en la ‘Operación Kitchen’ ha vuelto a remover las aguas en el Partido Popular y más aún en el Partido Socialista. Los de Pedro Sánchez buscan alargar los trabajos que estudian esta comisión en el Congreso de los Diputados hasta finales de diciembre y su objetivo se centra en llamar a más comparecientes entre los que se encuentran el ex presidente José María Aznar; la ex vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría y el actual líder del PP, Pablo Casado.
El PSOE busca traspasar su desgaste al frente del Gobierno con la crisis de Marruecos abierta y la posibilidad de indultar a los presos del procés al principal partido de la oposición. El PP se encuentra en plena remontada tras el triunfo de Isabel Díaz Ayuso en las elecciones a la Comunidad de Madrid. Los dos partidos que conforman el Gobierno, PSOE y Unidas Podemos, buscan hundir al PP a través de la corrupción y mantienen en el centro de la diana a Pablo Casado.
Asimismo y tal y como ha podido saber Economía Digital, los socialistas también se reservarían el volver a llamar a comparecientes que ya han prestado declaración en sede parlamentaria y que, según los socialistas, pudieran caer en contradicciones con su relato.
Fuentes socialistas señalan, especialmente, a ex altos cargos del Ministerio del Interior y recuerdan que mentir en el transcurso de una comisión de investigación del Congreso «tiene consecuencias penales».
En el PSOE se escudan en la reciente imputación de Cospedal y de su marido, Ignacio López del Hierro, y en «otras posibles imputaciones» para reservarse otras citaciones como la vuelta a la Cámara Baja del ex comisario Villarejo.
Por ello, desde PSOE y Unidas Podemos confirman a ED que incluirán «una nueva lista de comparecientes» tras aprobarse la prolongación de la comisión el próximo martes.
Vox, a por Sáenz de Santamaría
Curiosamente, al Gobierno de coalición le ha salido este jueves un aliado inesperado en la derecha. La formación de Santiago Abascal registró en la Cámara Baja la petición de comparecencia de la ex vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría y la del general Félix Sanz Roldán, que era el director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), que dependía de la Vicepresidencia.
Precisamente este miércoles se conoció que, en la parte del sumario que sigue siendo secreta, se recogen declaraciones y notas de agenda que indican que la ex vicepresidenta estaba supuestamente al tanto de las operaciones, con lo que se ha empezado a especular con su imputación.
La comparecencia de Sáenz de Santamaría ya fue solicitada en su momento por Unidas Podemos, ERC y Junts, pero quedó fuera del primer listado aprobado por la comisión. También se excluyó citar a Pablo Casado, actual presidente del PP, cuya presencia sólo fue reclamada por ERC. Eso sí, tras la imputación de Cospedal, que ayudó a Casado a ganar el congreso del PP, la vicesecretaria general del PSOE y portavoz del Grupo Socialista, Adriana Lastra, ya ha pedido explicaciones al presidente del PP.
«El PP del pasado»
El líder del PP, sin embargo, tiene la conciencia tranquila de lo que supone la ‘Operación Kitchen’. El conflicto desarrollado este jueves en el Congreso de los Diputados sorprendió a Pablo Casado en Ceuta. El líder del PP viajó a la ciudad autónoma para entrevistarse con su presidente Juan Jesús Vivas y para mostrar su respeto y reconocimiento a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado tras afrontar la llegada masiva de inmigrantes procedentes de Marruecos.
Casado rechazó valorar la imputación de la ex secretaria general de su formación alegando que no le corresponde a él «valorar cuestiones» de las que no tiene «ninguna información». Además, subrayó que estas cuestiones «nada» tienen que ver con su «responsabilidad» como presidente de la formación.
El PP busca enterrar a ese «PP del pasado», como ellos mismos lo llaman, y permanecer en absoluto silencio cumpliendo a rajatabla la orden de Casado enterrar la corrupción y no pronunciarse sobre ella.
«Hace cuatro meses dije que no iba a volver a hablar de cuestiones que no me corresponde valorar y que nada tienen que ver con mi responsabilidad como presidente del PP, y mucho menos que tenga que ver con las preocupaciones que ahora tienen los españoles y la necesidad de soluciones como las que hoy hemos venido a aportar», dijo Casado en una rueda de prensa desde el puerto de Ceuta.
Los populares intentan esquivar por el momento la famosa pregunta de si se le va a abrir a Cospedal expediente informativo, tal y como recogen los estatutos y el partido sí hizo con Jorge Fernández Díaz. Casado insiste en que su «compromiso con los valores que representa el PP en su servicio público siempre han estado vinculados» a «hablar de lo que a él le corresponde valorar» y no de cuestiones de las que no tiene «ninguna información».
Otras fuentes del partido aseguran que «la decisión no está tomada» y que en estos momentos podría ser «prematura». El silencio es sepulcral en el PP, mientras algunos aseguran que se trata de una decisión de calado para el partido. La figura de Cospedal alerta a algunos populares y no descartan que el juez de Instrucción, Manuel García Castellón, cite a más ex altos cargos a hablar.
El que fuera jefe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional y después director del CITCO, José Luis Olivera, podría estar a un paso de ser llamado como imputado, según las fuentes conocedoras, con un sumario en el que abundan las referencias a su nombre si bien nunca ha sido citado antes a comparecer.
Sea como fuere, los populares ya ultiman un plan para evitar que ‘la Kitchen’ les salpique y buscan la manera de que el ‘rodillo parlamentario’ de PSOE y Podemos no estiren como un chicle la comisión hasta diciembre.
«Tenemos que estar preparados» y «que esto no nos afecte» son los lemas internos a seguir. El equipo de Génova prepara la activación de la venta de la sede con la entrada en la operación de una auditora internacional. Los populares se empeñan en que están en remontada y la Convención Nacional de otoño será el culmen de preparación ante las elecciones generales con las que buscan catapultar a Casado a La Moncloa. El líder del PP está escribiendo su propio manual de resistencia.