El PSC quiere implicar a toda España en la campaña electoral
Los socialistas buscarán los resortes de las televisiones españolas para explicar su proyecto federal sin romper con el Estado
Las expectativas de los socialistas catalanes no son buenas. La dinámica que ha impuesto el president Artur Mas y CiU ha dejado al PSC en una díficil tesitura, porque los dirigentes socialistas no quieren presentarse como los adalides del antiindependentismo.
Esa opción, que se resume en el lema escogido para las elecciones del 25N, Avanzamos, sin romper, no tiene una venta fácil. Ni el independentismo, ni el españolismo a ultranza que plantea el PP o, en menor medida, Ciutadans.
El PSC quiere apostar por el camino de siempre, el federalismo, que, en gran parte, ya se ha conseguido en el Estado español, sin ánimo de romper con España. ¿Pero cómo puede llegar a los electores catalanes? Con una presencia masiva, esta vez, en los medios de comunicación españoles, en televisiones como Antena 3 o Telecinco y en emisoras de radio de difusión en toda España. Quiere implicar a toda España, y conseguir una alta participación.
Superar la Catalunya virtual
El PSC considera que los medios autonómicos, TV3 y Catalunya Ràdio, y también otras emisoras, como Rac1, han simplificado el debate, con una clara tendencia a favorecer las tesis soberanistas, fomentando una Catalunya virtual.
En esos medios también quiere estar presente, pero esta vez los socialistas buscarán a todo el electoral potencial, el que suele –no en una misma proporción en todas las ocasiones– votar al PSOE en las elecciones generales. Y al electorado, que, según los especialistas consultados, “forman parte del gran partido moderado de Catalunya”, un partido que no tiene unas siglas propias y que se decantará en el último momento.
Esta vez, sí es diferente
A favor del PSC, según fuentes socialistas, está el hecho de que esta vez “sí es diferente”. El conjunto de España está pendiente de Catalunya y de las elecciones del 25N.
Mas las ha convocado como un plebiscito sobre la independencia, y el PSC, con todos los matices necesarios, está dispuesto a jugar en ese terreno.
Al conjunto de España, al PSOE y al PP, le interesa saber qué pasará en Catalunya, qué poder real podrá tener el independentismo. Y el PSC quiere movilizar al mayor número posible de electores.
Entre generales y autonómicas
La tesis del PSC se basa en los números. En unas elecciones autonómicas el porcentaje de abstención nunca ha estado por debajo del 35,7%, que se alcanzó en 1984. Y la participación menor se produjo en 1992, con un 45,1% de abstención. Pero si se analizan los resultados en las elecciones generales, se comprueba que la abstención más baja se produjo en 1982, con el 19,7%, y la menor participación se produjo en 2000, con un 36% de abstención.
Es decir, las diferencias entre elecciones generales y autonómicas son considerables. La máxima participación en unas elecciones catalanas, el 64,3%, (1984) es el mismo porcentaje que el de la participación más baja en unas generales, el 64% (2000).
Y el PSC suele ser el partido más castigado por ese comportamiento electoral. ¿Pero qué podría pasar en Catalunya con una participación del 80%? Nadie lo sabe. El PSC quiere descubrirlo.
Parlón y Chacón
Para ello, el primer secretario del PSC y candidato de la Generalitat. Pere Navarro, quiere elaborar una lista atractiva, pero sólida y fiel al mismo tiempo. Y ha decidido que la joven alcaldesa de Santa Coloma, Núria Parlón sea la número dos, reforzada en el partido por haber superado la difícil situación que supuso el caso Pretoria en la localidad. En los primeros puestos estarán Rocío Martinez-Sampere y Jaume Collboni.
Pero la movilización de los alcaldes del área metropolitana es vital para el PSC. Y durante la campaña irá apareciendo Carme Chacón, que, aunque dispuesta a seguir su carrera política en Madrid y trabajar para llegar a la secretaría general del PSOE, quiere tener una participación importante en las elecciones catalanas.
Sector catalanista
Navarro, sin embargo, no quiere ni puede dejar de lado al electorado catalanista del PSC, que podría agrupar, según los expertos, a unas 250.000 personas. A la espera de que el sector catalanista que lidera Marina Geli y Antoni Castells, junto con Ernest Maragall pueda hacer algún movimiento, –Ernest Maragall ya lo ha hecho al presentar su partido, aunque no concurriá a las elecciones del 25N– la dirección del PSC tratará de lograr la máxima fidelidad del votante socialista.
¿Se puede o no votar en un referéndum en Catalunya?
Una de las claves de la campaña será el cruce de acusaciones entre los partidos catalanes sobre el estatus jurídico de Catalunya. Es decir, ¿es Catalunya un sujeto jurídico para plantear un referéndum de autodeterminación?
No lo es, con la Constitución española en la mano, que votaron también masivamente los catalanes en 1978.
La soberanía nacional reside en el pueblo español. Pero no es menos cierto que la voluntad democrática de una mayoría puede hacer cambiar esa condición jurídica. Es lo que planteó Esquerra Republicana el pasado martes en el Congreso.
Jugar a la defensiva o al ataque
ERC presentó una propuesta para que el Gobierno central transfiriera a Catalunya la competencia para convocar un referéndum. La iniciativa contó con el apoyo de CiU y de ICV, y los votos en contra del PP, del PSOE y de UpyD.
Y el PSC votó con el PSOE, asumiendo que recibiría todos las críticas de los partidos nacionalistas en Catalunya. “Si alguien quiere negociar algo con el PSC lo lógico es hacerlo antes, trabajar de forma conjunta, pero no pretender que nos sumemos, sin más”, asegura un dirigente de la dirección socialista, que añade que justo en este momento el PSC no estaba dispuesto a entrar en un nuevo frente y menos con el PSOE.
Pero es esa sensación, la de ir siempre a remolque de los partidos nacionalistas, a los que se ha sumado ICV, –que no tiene ningún complejo en el terreno nacional– la que impera en el PSC.
Los socialistas nunca han jugado al ataque, y está vez tratarán de hacerlo con un mensaje que es complejo: el de seguir avanzando en el autogobierno, con estructuras federales, pero sin buscar una ruptura traumática.
Partida final
En ese camino, sin embargo, se dibuja el referéndum de autodeterminación que desea convocar el president Mas. Para el PSC sólo se podrá convocar si es legal. Y legal no podrá ser, como se ha constatado en el Congreso, porque Catalunya no es un sujeto jurídico para autodeterminarse.
Ese es el callejón sin salida que intuye el PSC, cuya dirección admite que buena parte de la opinión pública no acaba de entender esas disquisiciones y sigue reclamando que haya una votación en Catalunya.
Pero el partido todavía no se ha celebrado, recuerdan en el PSC. Son unas elecciones en las que nadie puede prever los resultados.
Nadie ha movilizado nunca a un 80% del electorado en unas autonómicas catalanas. Y de eso se trata, de que vaya a votar todo el mundo.
Las televisiones españolas, se asegura, esta vez ayudarán a alcanzar el objetivo.