El PSC aprieta las tuercas a Ada Colau
El PSC y Barcelona en Comú negocian a contrarreloj un acuerdo de gobierno que serviría para investir alcaldesa a Ada Colau
A falta de apenas cuatro días de la sesión constitutiva del Ayuntamiento de Barcelona, el PSC de Jaume Collboni sigue insistiendo en que no votará a Ada Colau si antes no se cierra un acuerdo de gobierno, que socialistas y comunes negocian a contrarreloj. Este martes por la mañana, los negociadores de ambas fuerzas han vuelto a reunirse y la intención es volver a hacerlo mañana, miércoles.
Las posiciones siguen en el mismo punto: los socialistas exigen un acuerdo previo a la votación del sábado, y que se les reserve el mismo peso político en un eventual gobierno de coalición. Barcelona en Comú, por su parte, insiste oficialmente en una propuesta imposible: la de un tripartito de izquierdas en el que también se integre ERC, una opción que rechazan tanto los socialistas como Esquerra, pero que, en la práctica, busca que el PSC se conforme con un preacuerdo que ya se desplegaría más adelante.
Collboni subrayó este martes en una entrevista en Ràdio 4 en que no dará «un cheque en blanco» a Colau, y en la que también descartó, una vez, más, un pacto a tres que incluya a ERC: «Resucitar el tripartito de un contexto histórico diferente, muy diferente, del que estamos ahora, me parece un ejercicio que expresa buena voluntad pero, sencillamente, no es posible», explicó el socialista, que recalcó que «en este país han pasado muchas cosas, entre ellas una declaración unilateral de independencia».
Las preferencias de Colau
El líder del PSC en Barcelona exigió a Colau que aclare qué prefiere, pero la alcaldesa guarda silencio. Es más, pese a que, formalmente, ERC suspendió las conversaciones con los comunes la semana pasada hasta que estos dejaran de hablar en paralelo con los socialistas, se han seguido produciendo «contactos informales», según admitió el lunes el alcaldable de los independentistas, Ernest Maragall.
Colau tiene dos opciones. La primera, cerrar un pacto con Collboni antes del sábado que le permite conseguir los votos de los socialistas y los de Manuel Valls, que, en caso de acuerdo comunes-PSC, los ha ofrecido sin contrapartidas explícitas. «Bienvenidos sean», zanjó Colau el domingo sobre la oferta del ex primer ministro francés.
La segunda posibilidad es quedarse sin los votos del PSC, lo que comportaría que nadie sumaría mayoría y Maragall sería investido de forma automática al ser el candidato de la lista más votada. Aunque en el seno de los comunes no se descarta la posibilidad de que el PSC vote a Colau sin que haya un pacto cerrado antes, para impedir igualmente que la alcaldía de Barcelona caiga en manos independentistas. Pero someterse a la votación del sábado confianzo en esa eventualidad sería jugarse la alcaldía a cara o cruz en el mejor de los casos.
Un eventual acuerdo previo de Barcelona en Comú con el PSC requeriría el aval de las bases de los comunes, pero en la formación aseguran que tienen lista una plataforma para activar una consulta electrónica en cualquier momento, lo cual permite apurar la cuenta atrás para un eventual entendimiento hasta el jueves o incluso el viernes.