El PSC acuerda el fin de las provincias con Junts per Catalunya

El pacto de socialistas y soberanistas en la Diputación de Barcelona sitúa como objetivo un nuevo modelo territorial para liquidar las provincias catalanas

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PSC y Junts per Catalunya suscribieron este viernes un acuerdo para gobernar la Diputación de Barcelona que está llamado a poner patas arriba el orden institucional en Cataluña. En primer lugar porque ERC ha visto en este pacto de la Diputación un pretexto inmejorable para desmontar su gobierno de coalición con Quim Torra. Y en segundo lugar porque el mapa de provincias de Cataluña pasa a estar bajo amenaza.

Los nacionalistas suspiran desde hace años por poner fin a las cuatro provincias catalanas (Barcelona, Tarragona, Lleida y Girona) para dar paso a una nueva ordenación en veguerías (7 u 8) que, en síntesis, trocearía en las demarcaciones de Barcelona (en dos o tres), Tarragona (en dos) y Lleida (en dos), y dejaría más o menos intacta la de Girona. 

Los nacionalistas, sin embargo, aparcaron estos planes territoriales debido al acelerón soberanista y al rumbo independentista. Fracasada la ruptura con el resto de España y concluido el ciclo electoral, los nacionalistas han recuperado su antiguo proyecto de veguerías (diseñado en los tiempos del Estatut).

Según el acuerdo cerrado por el PSC y Junts per Catalunya, «es necesario que la Diputación colabore en rehacer el discurso municipalista en el marco de una nueva organización territorial de Cataluña donde los municipios y las veguerías sean los ejes desde donde pivote el nuevo modelo territorial del país».

Mapa de veguerías de Cataluña

El mapa de veguerías pondría fin a la división provincial de Cataluña

El PSC tendrá el papel más importante en el impulso de esta reorganización territorial, puesto a que los socialistas catalanes les corresponde la presidencia de la Diputación. Si no hay sorpresa de última hora, la presidenta será la alcaldesa de L’Hospitalet de Llobregat, Núria Marín

Veguerías al margen, el acuerdo alcanzado es un conjunto de enunciados genéricos sobre la gobernanza local, los servicios al ciudadano, el apoyo a la economía social y a la innovación. No hay ninguna mención a uno de los aspectos más cruciales del pacto y es el volumen presupuestario que maneja la Diputación de Barcelona: casi 1.000 millones de euros.

Los analistas de ‘La Plaza’ analizan en el episodio de esta semana los pactos alcanzados y los pactos frustrados

El acuerdo de la Diputación de Barcelona entre PSC y Junts per Catalunya tiene una lectura en clave nacional insoslayable. Los socialistas de Pedro Sánchez exploran desde hace semanas apoyos para la investidura de su líder y este acuerdo —muñido entre el presidente del Pdecat, David Bonvehí, y el secretario de Organización del PSC, Salvador Illa— confirma las posibilidades de que Junts per Catalunya facilite la elección del líder del PSOE en el Congreso el próximo 23 de julio.

El balanceo en Junts per Catalunya

En clave catalana, el pacto de la Diputación refuerza las posiciones de Artur Mas en Junts per Catalunya en detrimento de las de Carles Puigdemont, que, hasta ahora, había rechazado las alianzas con el PSC por haber respaldado la aplicación del artículo 155.

Si hay alguien se siente particularmente satisfecho es la dirección del Pdecat, favorable a abrirse a acuerdos extramuros del independentismo, sobre todo a la vista de que ERC también ha alcanzado acuerdos municipales sin contar con Junts per Catalunya.

«ERC, en la circunscripción de Barcelona, ​​no ha querido contar con nosotros en varios municipios y no ha respetado la lista más votada de la coalición «Junts» en los siguientes casos: Tona, Sant Quirze de Basora, Gurb, Sant Pol de Mar, Arenys de Mar, Sant Salvador de Guardiola, Torrelavit y Sant Cugat del Vallès», recordaban este viernes fuentes del Pdecat.

Las mismas fuentes justificaron la utilidad de su acuerdo con el PSC: «Estamos en política para aportar soluciones y nuestra participación en cualquier gobierno garantiza que haya una huella indepedentista y nacional que vele por el bienestar de los ciudadanos y también para poder decidir nuestro futuro como país». 

El PSC amplía su poder

La alianza de PSC (16 diputados provinciales) y Junts per Catalunya (7) no alcanza la mayoría absoluta en la Diputación, pero sí que suma más que un eventual pacto entre ERC (16) y Comunes (5), por lo que se impondrían en una votación por mayoría simple.

Gracias a este acuerdo, que llega cuando falta menos de una semana para el pleno de constitución de la Diputación, que será el próximo jueves, los socialistas podrán recuperar la presidencia de esta administración, que en los últimos años había estado en manos de Convergència.

 

 

 

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