El precio del alquiler no podrá subir más de un 2% hasta finales de junio
Según la Fundación de Cajas de Ahorro (Funcas) la tasa de IPC alcanzaría su máximo este mes de marzo, con un 8,6%, lo que supondría unos 68 euros más de alquiler al mes
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha avanzado este lunes el Plan de choque contra el impacto de la guerra en Ucrania para paliar con la crisis económica que está provocando en el país. Entre estas medidas, en las que se destinará 16.000 millones de euros, destaca la limitación de un 2% en la revalorización de los alquileres, desvinculándolo del Índice de Precios del Consumidor (IPC).
Con esta media, han querido evitar una subida de alquileres que perjudique a los arrendatarios durante los próximos tres meses ante el imparable avance de la inflación. Desde el estallido de la guerra en Ucrania, el pasado 24 de febrero, el pronóstico de alta inflación se ha agudizado. Según la Fundación de Cajas de Ahorro (Funcas) la tasa de IPC alcanzaría su máximo este mes de marzo, con un 8,6%, lo que supondría unos 68 euros más de alquiler al mes.
De hecho, el IPC español registró en febrero un incremento mensual del 0,8%, el mayor crecimiento mensual de los precios en un mes de febrero desde 1977, elevando la tasa interanual de inflación en 1,5 puntos porcentuales, hasta el 7,6%. Esta subida de febrero supuso unos 53 euros más de alquiler al mes.
Crítica del sector inmobiliario
Francisco Iñareta, el portavoz del portal inmobiliario Idealista, ha asegurado que con esta nueva medida «el efecto que puede lograr puede ser justo el inverso al deseado» y ha advertido que supondrá «un nuevo varapalo para los arrendadores» y provocará «la retirada de sus viviendas del mercado ante la evidente inseguridad legal que supone», según informa El Periódico.
«El Gobierno vuelve a cargar sobre los propietarios particulares lo que es responsabilidad de la Administración y obliga a que no se cumpla la cláusula de actualización de los contratos de alquiler», ha denunciado en un comunicado del portal.
Por su parte, María Matos, directora de Estudios de Fotocasa, opina en la misma línea que Iñareta. La directora del portal inmobiliario subraya que aplicar esta medida en un mercado tan sensible como el del alquiler podría traer el efecto inverso al deseado, dificultando aún más el acceso a una vivienda entre las personas más vulnerables, según recoge Cinco Días.
Matos defiende que la inflación afecta en mayor medida al inquilino, pero también recae sobre el arrendatario al tener que lidiar con los gastos directos de la vivienda. En este sentido, insiste en que «ambas partes del contrato merecen medidas excepcionales» para que no recaiga todo el peso sobre los propietarios.