Los aeropuertos, un «coladero» de coronavirus en España
Infectados asintomáticos aterrizan en España sin que el Gobierno pueda detectarlos. Se han identificado 70 casos importados
El «coladero» de Barajas, como había bautizado Isabel Díaz Ayuso al aeropuerto ante la entrada de casos importados, es un fenómeno que preocupa en toda España. Así lo ha reconocido la jefa de área del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias de Sanidad, María José Sierra, que mostrado su preocupación por el aumento de casos importados de coronavirus.
Sierra ha lamentado que algunos de estos casos, pese a que muchos han sido diagnosticados en aeropuertos, son muy difíciles de detectar. La experta ha cuantificado en más de 70 los casos importados, pese a que muchos de ellos eran asintomáticos en el momento de la llegada a territorio español y, por tanto, no era posible detectarlos.
En cuanto a la polémica por las acusaciones del gobierno madrileño sobre la falta de controles en Barajas, Sierra ha recordado que los protocolos en los aeropuertos están desplegados desde hace mucho tiempo y precisamente por ellos se han localizado casos, pero «no es fácil» y ha recordado que se está haciendo «un esfuerzo importante» con «mucha colaboración» de las autonomías.
Sanidad, preocupada ante el aumento de los importados, no descarta aplicar «más medidas» en los puntos de entrada de España, sobre todo para las personas que procedan de zonas de «más riesgo»: «No hay nada descartado y todas las opciones se están valorando».
Madrid y las mascarillas
Precisamente, Madrid ha pospuesto la decisión de hacer obligatoria la mascarilla por la calle tras arrancarle al Gobierno un edurecimiento de las medidas de acceso a los viajeros.
El Ejecutivo central ha aceptado la implementación del programa «Sanidad Exterior» para controlar a los recién llegados mediante la app de rastreo de cada autonomía. Sánchez está dispuesto a asumir la segunda parte de las exigencias del gabinete madrileño.
Ayuso había lanzado dos grandes propuestas al Gobierno, de las que solo se ha aceptado una: pruebas PCR a los turistas 48 horas antes de viajar desde países con alta incidencia. La otra, el control a través de la aplicación de la web de rastreo que el Ejecutivo ha aceptado a Díaz Ayuso.
Madrid se queda sola conjuntamente con Canarias en su negativa a usar la mascarilla en la calle, y más tras la aprobación de esta medida en la ciudad autónoma de Ceuta. El uso de este protector en estas zonas solo se impone cuando la distancia no se puede respetar o en espacios cerrados, donde su uso sí que se impone.