El PP tira la toalla con Sánchez
Génova abandona los 11 puntos que propuso Pablo Casado al PSOE en noviembre y se centra en liderar la oposición durante la próxima legislatura
El Partido Popular ha perdido toda esperanza de alcanzar acuerdos con el PSOE. Pedro Sánchez ha optado por construir un gobierno con Unidas Podemos y distintas fuerzas soberanistas como socios, abandonando la posibilidad de alcanzar un pacto con los populares, tal y como reclamó Pablo Casado tras las elecciones del 10-N.
Justo después de los comicios, el líder popular buscó llegar a un entendimiento con los socialistas a través de 11 puntos con los que se podría dar «estabilidad», en palabras de Casado, al mandato de Sánchez.
En ese cóctel también tenía cabida Ciudadanos, que ha venido reclamando un acuerdo a tres con socialistas y populares, con mayor ahínco si cabe tras la dimisión de su líder, Albert Rivera y la llegada a los mandos de Inés Arrimadas.
No obstante, Sánchez abandonó rápidamente la triple alianza. Y lo hizo apenas dos días después de los comicios, cuando anunció un pacto con el secretario general de Unidas Podemos, Pablo Iglesias. Un acuerdo construido sobre la base de las conversaciones mantenidas tras las elecciones de abril.
Ese pacto, junto al alcanzado con los independentistas Esquerra Republicana (ERC) y el Partido Nacionalista Vasco (PNV) ha supuesto, a juicio de Casado, un «cambio de régimen» que ha provocado la ruptura definitiva con el PSOE.
Según señalan fuentes de Génova a El Mundo, «lo que podría haber sacado Sánchez con el PP ahora ERC se lo impide», apuntan.
En su intervención en la votación de la investidura de Sánchez, Casado se refirió al nuevo Gobierno como «el más radical de la historia» y con alianzas con «terroristas y golpistas». «Usted y todos los que lo apoyan son ultras», llegó a espetar el líder del PP a Sánchez.
Casado también criticó la «patológica ambición personal» del presidente del Ejecutivo y lanzó una suerte de ultimátum a Sánchez. «Ahora el dilema lo tiene usted: o engaña a sus aliados o España se romperá», dijo. Una ruptura que ya se ha producido entre el PSOE y el PP, llamado a liderar la oposición al Gobierno durante la próxima legislatura.
Los 11 puntos del PP
Casado propuso el pasado noviembre 11 puntos para garantizar la «gobernabilidad». Entre ellos, un pacto educativo; abordar la situación de la despoblación de las zonas rurales; renovar la ley contra la violencia de género o acuerdos en materia de Defensa.
Esos podrían llegar a tener cabida en el nuevo Ejecutivo, pero la presencia de fuerzas independentistas impide la negociación entorno a otros puntos. Por ejemplo, dar una respuesta común al conflicto catalán -PSOE y PP mantienen posturas radicalmente distintas-; una bajada de impuestos -precisamente, el pacto con Unidas Podemos contempla una subida a las rentas más altas- o una reforma de las pensiones.
Este es otro de los puntos de la discordia, ya que mientras el PP planteaba una reestructuración de las retribuciones, el PSOE subirá finalmente las pensiones conforme al IPC, en la que se convertirá presumiblemente en una de las primeras medidas del nuevo Gobierno.