El PP suspende las negociaciones por el CGPJ tras asumir Sánchez la reforma de sedición
Feijóo le ha ofrecido a Sánchez abordar PP y PSOE de manera conjunta "cualquier reforma del Código Penal"
El Partido Popular ha suspendido de manera unilateral a última hora de la tarde de este jueves las conversaciones de la negociación de la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Así lo ha anunciado Génova en un comunicado remitido a los medios de comunicación.
El motivo: el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha confirmado al líder popular, Alberto Núñez Feijóo, su intención de reformar la pena actual del delito de sedición en nuestro país, una reclamación histórica del independentismo y sobre la que estaba tratando con ERC en estos momentos. El PP requiere «garantías suficientes de que [Sánchez] no seguirá usando todos los poderes del Estado para facilitar el camino a aquellos que quieren combatirlo», han alegado.
Según relata el PP, el PSOE, a través del interlocutor designado por el presidente Sánchez para la negociación, el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, había trasladado a los populares «que no estaba en sus planes acometer esa modificación». «Pese a las diferentes versiones trasladadas pública y privadamente por distintos miembros del Gobierno, esta tarde el presidente Sánchez ha confirmado a Feijóo que su agenda legislativa incluye esa reforma del Código Penal y en consecuencia no va a renunciar a su modificación».
Un compromiso de Sánchez de enero de 2020
La respuesta de los socialistas no se ha hecho esperar. También a través de un comunicado muy escueto, Ferraz ha recordado «el cumplimiento de la Constitución no admite condiciones ni chantajes». «La agenda legislativa del Gobierno no ha sido modificada en ningún momento a lo largo de la legislatura ni tampoco durante la negociación de las últimas semanas», se ha limitado a indicar, dado que el compromiso sobre la reforma del delito de sedición fue adquirido por Pedro Sánchez durante su discurso en el debate de investidura como presidente del Gobierno, en enero de 2020.
«Desde luego, no puede ser objeto de intercambio con el obligado cumplimiento de la Constitución Española», manifiesta el PSOE. Además, consideran que es síntoma de la debilidad política del PP. «El señor Feijóo demuestra una absoluta falta de autonomía política al no resistir las presiones de la derecha más reaccionaria que, en todo momento, ha estado boicoteando esta negociación para que no llegara a buen puerto».
Feijóo quiere que cualquier reforma penal sea con ellos
Pero el PP entiende que «s una incongruencia insalvable pactar el reforzamiento del Estado de derecho al mismo tiempo que se pacta con otros partidos desprotegerlo». Eso le ha servido de argumento para paralizar la renovación del órgano constitucional cuyo mandato lleva casi cuatro años caducado y por el que la Comisión Europea ya ha dado un toque de atención a nuestro país.
En una conversación telefónica, el presidente popular, Alberto Núñez Feijóo, «le ha ofrecido al presidente Sánchez abordar juntos cualquier reforma del Código Penal que afecte a los delitos de rebelión, sedición, así como la tipificación de delito de la convocatoria de un referéndum ilegal, tal y como el propio presidente Sánchez prometió a los españoles cuando se presentó a las últimas elecciones».
De este modo, las conversaciones entre ambos partidos «quedan suspendidas» a la espera de que el PSOE decida «si en el ámbito institucional quiere avanzar con un partido constitucionalista como el Partido Popular o quiere seguir de la mano de partidos que buscan debilitar el Estado de derecho y romper la unidad constitucional».
Escalada de tensión desde la mañana
La tensión había crecido en las últimas horas tras el anuncio -con posterior matización- por parte de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, de la voluntad del Gobierno de reformar la tipificación de este delito. Eso, sumado a las palabras del presidente Pedro Sánchez de que el acuerdo estaba «listo y preparado» a la espera del sí final del PP, se ha convertido en el cóctel perfecto para que todo explotase por los aires.
No es la primera vez que sucede. Es precisamente en este punto del acuerdo, el más delicado, el final, donde precisamente rompieron en las dos últimas intentonas anteriores. La última, de hecho, fue en 2021, con la anterior dirección del PP.
Pero lo cierto es que lo que hoy es «inaceptable» para el PP (reformar sedición con ERC) hace literalmente dos días no lo era. «Son dos cuestiones distintas, tenemos un papel diferente» dijo el martes la número dos, la secretaria general, Cuca Gamarra, en Espejo Público. Ahora, en cambio, ya no lo son.